Judas Priest nos hace regresar en el tiempo con Firepower

Hablar de Judas Priest en los últimos años ha sido bastante complicado. Nadie le quita la etiqueta de leyendas del rock o como ellos mismos se pronuncian, los ”metal gods”; pero si nos ponemos a revisar álbumes recientes como el fallido intento conceptual que lleva por nombre Nostradamus (2008) o un aceptable, pero no excelente, Redeemers of Souls (2014), nos damos cuenta que en la décimo octava entrega de material discográfico, Rob Halford y compañía nos regresan en el tiempo a las épocas doradas de la banda. Una sensación equiparable con aquellas décadas de los 80 y 90 cuando álbumes como British Steel (1980), Screaming for Vengance (1982), Turbo (1986) o el afamado Painkiller (1990) llegaron a nuestros oídos.

Ahora en 2018 nos traen esta obra que ha sido muy bien recibida por la crítica y los seguidores, pues Firepower nos muestra una flamante portada diseñada por el artista chileno Claudio Bergamin; en ella se presenta a un ser de metal. Según el artista, quería retomar la tradición de los personajes clásicos como “The Hellion”, “The Metallian” o “The Painkiller”. El álbum desde su lanzamiento el pasado 9 de marzo alcanzó el quinto puesto de los Billboard 200 de los Estados Unidos, luego de vender más de 49,000 copias en su primera semana en dicho país. El material fue lanzado en formato vinil y CD con diferentes ediciones especiales, así como en plataforma digital.

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Este álbum ha sido muy bien trabajado, editado y controlado, pues en la parte vocal Halford no está forzado a realizar los míticos gritos que le caracterizan. El agudo llega a su punto, y no más, en la parte melódica. El duelo de guitarras es otro nivel: escuchamos a un Glenn Tipton imponer experiencia y estilo, por otro lado, a un Richie Faulkner ya más adaptado a la banda, quien habilidad y juventud. La esencia de Judas revive; en el bajo los acompañamientos de Ian Hill están muy bien aplicados y desde luego la batería poderosa de Scott Travis que ya tiene un sello característico.

El disco inicia de manera furiosa con los primeros tres temas “Firepower”, “Lightning Strike” y “Evil Never Dies”, con cuales ya de inicio, no quieres dejar de escuchar lo que se viene. Es entonces cuando llegamos a esta parte de regresar en el tiempo y recordarnos aquellas épocas con temas como “Ne the Heroes” o “Children of the Sun” que tienen aquel toque ochentero. El álbum entra en una especie de pendiente, pues de empezar desde muy arriba de pronto llegamos a un término medio: de pronto sientes cómo ese poder con el que se inició se relajara un poco, pero no lo pierde del todo, sólo se ha llegado a un punto neutro. Esto te prepara para terminar de buena forma con “Lone Wolf” y “Sea of Red”, que al llegar a este punto te deja con ganas de más, pues acabamos de escuchar un muy buen material.

Tal vez este álbum marca el regreso o el comienzo de una nueva etapa de Judas Priest, estamos ante el Painkiller actual, los 90 en 2018, el disco perfecto para quienes apenas comienzan a escuchar a la banda, y el cual te dejamos a continuación para que lo disfrutes:

Te recordamos que los británicos, se presentarán el próximo 5 de mayo en la Curva 4 del Autódromo Hnos. Rodríguez, como parte del elenco del Corona Hell and Heven. Naturalmente presentan este nuevo material y lo más probable es que interpreten sus más grandes éxitos. No te quedes con las ganas y compra tus boletos ¡YA!

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