Los “Presentes Oblicuos” de Pirámides

Por: Monserrath Pérez Huerta 

Pirámides demuestra que la libertad musical existe. La banda convierte los sonidos en un sueño compuesto por 10 chispas donde la improvisación permite disfrutar el disco y cada vibración traza los Presentes Oblicuos del conjunto mexicano que este 2020 presenta su segundo álbum.

Durante más de 45 minutos, Presentes Oblicuos explora con diferentes instrumentos como relojes, loops y samplers. Otra característica del material son los títulos de los cortes, por ejemplo: “La Ira de las Máquinas”, que lleva a un laberinto de pensamientos donde la tecnología es el tema ideal para iniciar una conversación interminable.

La producción abre con “Fe Posbiológica (El Cuerpo Se Resiste a la Digitalización)”, canción donde las nubes encajan con ruidos inmersos en una corriente transformada en gotas musicales presentes en  “Un Recuerdo No Vuelve a Repetirse, el Mar No Es el Mismo Dos Veces”,  track adornado con ondas en el que los truenos son los compañeros de la lluvia auditiva que termina para que el sol brille con “Posnatural».

La fotografía sonora se complementa con “Ruinas”, corte envuelto en colores efervescentes que pintan un arcoíris auditivo difuminado con la rapidez de “Seré Velocidad”, pieza donde el aire recorre el bosque con oscilaciones que anteceden a la tranquilidad de “Equilibrios Paradójicos”, cuyos movimientos musicales visitan la naturaleza con el  propósito de ordenar  lo que el viento desorganizó.

El ruido de la vida colapsa con “La Ira de Las Máquinas” y sus ondulaciones distorsionadas invaden las vibraciones emitidas por los aparatos tecnológicos que diseñan los números de “Valores Aleatorios”, pista que juega con el azar para crear una odisea. La oscuridad llega con “Lejanas Tribus”, rola con sonidos fugaces que se acaban con “Continuum”, pieza que sumerge al oyente en el último sueño de la obra.

En 2016, la banda debutó con Llovizna, material con tonos psicodélicos que presentó letras complejas y que demostró el potencial del grupo. No sería apropiado comparar este LP con Presentes Oblicuos, ya que son producciones diferentes.

Patricio Coronado, Ricardo Antúnez y Feliz Ponce son libres para componer vibraciones auditivas. Presentes Oblicuos crea sensaciones. De qué sirve hacer música si no se siente cada sonido, por lo tanto, el disco cumple con uno de los objetivos principales de las ondulaciones artísticas y sin duda uno de los más importantes.

¡Siente cada segundo de Presentes Oblicuos!

 

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