Fotografías: Alejando Servín
Si se trata de Sotomayor las noches son largas. Sus conciertos no son de ir y venir, si no de venir y quedarse y bailar, beber. Antes que nada su música se inscribe en la electrónica por más electrocumbia, tropic-all, percusión africana o Simpson a Huevo. Saben pues cómo extender la noche. Cuando un boleto con su nombre diga nueve significa en realidad once con casi quince minutos.
Así en la presentación del jueves 21 en Sala, ese lugar multiusos de moda por metro Insurgentes donde hace poco estuvo el Cabaret de los Horrores y que ayer fue un foro casi antro que a las 10 en punto encendió Mylko. La banda que ya teloneó a Jungle y que dicen, Kitsuné ama. El dueto mexicano presentó un set corto de electrónica de consuelo y consola que demuestran que hoy lo único que necesitas para hacerlo es una Mac y una batería eléctrica.
Sotomayor estaba programado a las 11 pero entre arreglos y ajustes de sonido, salieron casi al cuarto, con la calma aprendida de dos músicos cada vez más consolidados. Y cómo no, si 20 días girando por Europa no pasan en vano. Los hermanos Raúl y Paulina abrieron con «Salvaje»enseñando la dinámica de cada uno. Raúl es el músculo, el que pone los beats, el que juega con las consolas, los tambores y las tarolas. Paulina en cambio es el alma, el «pulso» y lo demuestra al salir con su sonrisa habitual y su voz por momentos tímida. Además vienen acompañados de una buena producción que incluye interesantes juegos visuales un dinosaurio inflable en honor a su nuevo álbum Conquistador.
LLegó la medianoche y el set siguió sin muchas variaciones abruptas. Un set que combinó de Salvaje y Conquistador lo suficiente y en el que había tiempo hasta para invitados. Entre ellos estuvo Muela de Gallo, MC de la Banda Bastón quién interpreta a lado de los Sotomayor «Este espíritu», Simpson Ahuevo y Alan Anaya, quién se encargaría además de tomar la tornamesa y continuar la noche larga como las que han aprendido a extender Sotomayor.
