Este jueves por la noche El Imperial recibió a tres talentos de la escena electrónica mexicana: los primeros son Nico Raibak y César Capistrán; par de jóvenes que conforman W.O.L.F.; proyecto basado principalmente en la música techno pero que recientemente ha experimentado con géneros como el deep house.
Eran aproximadamente las 11:30 cuando se abrió el telón del escenario y W.O.L.F. comenzó a tocar una corta introducción de sonidos ambientales para posteriormente soltar los beats que pondrían a bailar a los asistentes, muchos de los cuales se encontraban en el lugar desde una hora antes.
Nico se encargó de producir acordes con su guitarra eléctrica, mientras que César manejaba los controladores y modulaba cada sonido para crear una euforia que solo la música electrónica nos concede.
A medida que el set de W.O.L.F. avanzaba, el número de público iba creciendo dentro de las instalaciones de El Imperial. Podías ver a todos bailando, desde las personas en la pista de baile hasta los DJ en el escenario.
Luego de más de 70 minutos, la participación de Raibak y Capistran llegó a su fin. El telón cerró.
Ya la gente estaba bastante ambientada, pues además de la música, entraron en calor a causa de las cervezas, mezcales o mojitos que consumían. De pronto el telón volvió a abrirse y entre aplausos y gritos fue recibido el tercer talento de la noche: Diego Cevallos a.k.a. Métrika.
Métrika, DJ y productor originario de la Ciudad de México, ha tenido una buena aceptación gracias a la originalidad de sus tracks, que a menudo contienen sonidos propios del funk y jazz pero sin dejar de lado su base, que es el techno.
La fiesta estaba en su clímax. Toda la banda bailando, riendo, besando y tomando.
Y es que Cevallos se lució con la selección de rolas que preparó, pues aunque te sintieras cansado, te era imposible dejar de moverte de pies a cabeza.
Sin duda, estos tres artistas tuvieron una gran noche y contagiaron mucha energía con tracks plausibles, haciendo de Álvaro Obregón 293, la ubicación idónea para una celebración