Los Grammys, ese premio que ha cargado con el estigma de ser la burla de sus premios, ya que palidece en jerarquía y aceptación junto a los Oscares, los Tony y hasta los Emmys. Ese cliché lleva mucho tiempo y parece que no va a cambiar. La misma naturaleza de los premios se lo prohíbe.

Algo que ni siquiera tiene que ver con todas las veces que se han disparado en el pie, empezando por el premio que más importancia debería tener. El Record of the Year, en 2002 lo ganó el Soundtrack de O Brother, Where Are Thou? esa gran película de los hermanos Cohen, donde la música juega parte fundamental en como llevar la trama, pero más de la mitad de las canciones fueron solo escogidas para el disco, pocas fueron hechas en específico. Así cualquier Soundtrack de Tarantino ya debería tener uno de estos. Sin mencionar, que dejó a Stankonia de Outkast solo viendo.

O la vez que la Academia no ha terminado de darle un lugar al Heavy Metal. Esa distinción entre Rock, Hard Rock y Heavy Metal los ha traído de cabeza.

Como la vez que debutó el Grammy Award for Best Hard Rock/Heavy Metal Perfomance Vocal o Instrumental en 1989, premio que quedó difunto en 1989; porque Jethro Tull ganó, sobre los favoritos: Metallica que tenían «One» nominado al premio. Para ver la sorpresa de todos, basta ver las reacciones de Lita Ford y Alice Cooper:

https://www.youtube.com/watch?v=OaodlYmleeQ

También en 2015, cuando Tenacious D ganó en 2015 el premio a Best Heavy Metal Perfomance, dejando en la orilla a Mastodon, Anthrax y Motörhead. Tal vez algún día la academia lo logre en estas categorías.

Pero su principal problema esta en las categorías importantes. Las cuatro donde quien sea, puede optar por el premio, sin importan a qué suenan —CÓMO suenan, eso siempre debe importar— bueno, esto ultimo es un poco de falacia, no todos pueden optar a Best New Artist.

Entonces, nos quedan tres categorías: Record of the Year, Song of the Year y Album of the Year. Esta última siendo la joya de la corona. Entonces la pregunta que todo mundo se hace, entre todo el océano de música que cada año sale al mercado —y océano es una afirmación que se queda muy, muy corta—.

Lo que más vende, es lo mejor la academia, una afirmación peligrosa. Entre los artistas más vendidos de todos los tiempos, Justin Bieber ya superó a The Beach Boys, David Bowie o Bob Dylan. Al margen del tiempo es complicado encontrar a alguien que —con fundamentos y de manera objetiva— puede decir que el solista canadiense es «mejor», que los otros tres. Entrecomillado porque sigue escribiendo su legado, pero el de los otros tres es más que vasto.

Los nominados a mejor Álbum son: 25 de Adele, Lemonade de Beyoncé, Purpose de Justin Bieber, Views de Drake y A Sailor’s Guide to Earth de Sturgill Simpson. Tres artista pop, uno de hip hop y uno de country —el rock sigue perdiendo terreno y nadie piensa en los niños; con todo y que el disco tiene un cover de Nirvana—.

Teóricamente estos cinco discos deberían estar en las listas de lo mejor del año del 2016. En Metacritic, el compilado de todas las reseñas nos dice que solamente Lemonade y A Sailor’s Guide to Earth  se metieron a los primeros 100. Los otros tres, ni al top 200 se metieron en lo mejor del año.

Ahora la lista de Billboard cuenta una historia muy diferente. La lista final de 2016 tiene a Adele como número 1, Drake en el 2 (y ser el rey de Spotify), Justin Bieber en el 3 y Beyoncé en el 4. Solo el de country no se quedó en esta lista. Y este mismo experimento da resultados muy parecidos en las otras dos categorías, ademas de que muchos salen en las tres nominaciones.

Solamente un disco cumplió las expectativas de estar hasta el tope de las dos listas, algo que debería ir de la mano para ser el mejor. El éxito comercial siempre es fundamental, sería de necios decir lo contrario, pero también es de necios pensar que eso va de la mano con el talento. Mientras tanto los grammy seguirán siendo la plática del lunes, de: «cómo cantó Gaga con Metallica» o «quién se veía mejor en la alfombra roja». Porque ya tiene rato que les dejó de importar, quien hace la mejor música.

Por lo menos Chance the Rapper ganó mejor artista nuevo.