Fotos: Facebook Oficial
La escena musical en México ha llegado al punto de convertirse en el parteaguas de muchas propuestas, géneros etc. Lo valoramos y lo denigramos a la vez y a veces, dejamos a un lado lo que verdad vale y es ahí cuando otras personas encuentran valor en un país sumamente rico en cuestión de oportunidades.
Tuve la mejor de las fortunas al platicar con Diego Ridolfi, la mente creativa, honesta y profesional de un proyecto que me llamó mucho la atención: Fármacos, una banda chilena que ha llegado y se ha tatuado en la piel de varias personas y de ahí no piensa borrarse. Qué tremendo y qué poderoso suena a la vez.
Chile y México han tenido una relación de brothers, donde se saludan y se aprietan la mano; se pelan los dientes y cotorrean de manera transparente. Gracias a esa relación. Fármacos cumplió la necesidad inmensa de pisar México y explorar eso de lo que tanto se rumora de él.
«Cuando yo era chico, veía a México como algo tremendo. México ha sido el parteaguas de muchos sueños, pues las bandas regresaban súper contentas y ahora que tuve la oportunidad de ir a México me cambiaron las expectativas, primero en cómo te recibe la gente, la cantidad de festivales, el cómo viven la música, lo apasionados que son; Ciudad de México me encantó y quiero vivir allá y explorar mi carrera allá.»
Parece que México siempre se ha catalogado como el peldaño que lanza a la fama a músicos y artistas nuevos. Buscar y ahondar para sobresalir es algo que Fármacos ha buscado desde que lanzaron su primer EP , y que ahora en búsqueda de un nuevo disco, trata de expresar más allá de lo intangible. De lo prematuro a lo desconocido, cálculo perfecto.
«El saber a que sonaré en un futuro no lo tengo claro en mi cabeza, pues aún es lo que estoy buscando en el proceso. Lo que sí es que estoy preocupándome por hacer buenas canciones; lo he estado haciendo en un cuaderno tipo textos y eso nunca lo he hecho. Es un proceso ambiguo y que he empezado al revés. Esto es algo muy íntimo y que nadie sabe (hasta ahora, claro).»
A pesar de soñar, pensar mucho y luchar a diario con la búsqueda de aquello que uno quiere, idealizar llega a ser una tarea difícil; cuando se llega a lo verdadero, creemos que podemos borrar lo hecho y escribir ahí mismo un nuevo enunciado. La vida te inventa frases alentadoras pero no siempre es así. Se toma lo bueno y se olvida el resto. Fármacos crea una atmósfera única en cada canción, sus letras son belleza y desilusión hecha oro, que intencional o no, logra trascender por el umbral de la excitación mental.
«Fármacos no tiene tantas canciones felices. Siendo sinceros creo que uno habla de lo que más te sensibiliza en ciertos momentos de la vida y creo que Estado de Gracia especialmente lo hice en esa posición, más que enaltecer al amor. Esto es porque quizá no me lo he preguntado tanto porque todo me nace hablar y aportar también desde la hipersensibilidad.»
¿Forma de expresión? ¿La vida te ayuda? ¿el instante mismo como motor de búsqueda? Nunca se sabe en dónde podrás encontrar la perfección o más bien la forma correcta de plasmar aquello que necesitas sacar. Cada músico tiene un castillo mental, en donde reposan y encuentran el camino a la hipótesis de todo. Fármacos tiene más que eso y ahonda en la parte emocional de la vida.
«Los que hacemos arte de cualquier forma expuesta, podemos plasmar de lo que sea que estemos hablado ya sea amor, tristeza, revolución, soledad…es ahí cuando nace la música y cuando llegan las canciones que te marcan o que te vuelan las cabeza, porque son las que nacen desde ahí y es cuando uno se miente o cuando no estás desde tu lugar y es la única forma de ser y es el momento más natural. El arte es como un reflejo.»
Los proyectos como Fármacos marcan una tendencia sólida, pues son proyectos que salen desde las entrañas. Reiterando el tema de potencias, Chile al igual que México tiene a sus músicos locales que expresa su mundo en figuras móviles. La falta de apoyo o de gente hace que los músicos dejen de ser profetas en su tierra y eso abre una brecha generacional.
«En Chile se hace muy buena música, salen bandas nuevas; Chile está en un buen momento musical en todos los géneros. Todo el tiempo se está renovando y eso me da orgullo, lo que me extraña es que hay poco público. Hay una generación de personas que están haciendo cosas porque nos apasiona, entonces, hay un movimiento muy bueno y eso te hace estar súper atento.»
Puedo seguir y seguir diciendo lo mejor que puede darnos una banda y más si es como Fármacos que expresen sin tapujos los diferentes lados que puede haber y es que la vida te sorprende y te da escenarios (in)tangibles a los que tan solo queda sonreírles y ver cómo poco a poco emergen como un patito de hule en aguas enjabonadas.