Por Daniel Dabid (@raniel6)
Cuando terminas de escuchar una placa de la que tienes el firme sentimiento de que es lo mejor que le has conocido a este artista, te inundan dudas y preguntas sobre si estarás en lo cierto, pero falta escuchar una vez más pistas como Take a Byte o Django Jane, para darte cuenta de que quizá ese sentimiento no es tan erróneo.
La versatilidad de Janelle Monáe en Dirty Computer es para destacarse, y es que a pesar de poder lucir como un pop de alta costura, entre capas encontramos distintas referencias sonoras a ritmos como el rap, soul, el synth pop y hasta ritmos africanos.
Una de las pistas con más fuerza es el primer sencillo, «Make me feel», track del que Monáe había advertido la colaboración de Prince, y de grata manera uno encuentra el sello del creador de Purple Rain, con un funk que es redondeado por una lírica que da pie a la libertad a la que evoca Janelle en todo el disco.
En seguida, el soul invade el reproductor con temas como «Crazy», «Classic», «Lifey Take a Byte» que además dan tintes de sonidos electrónicos que pueden evocar desde Madonna hasta Beyoncé.
Las colaboraciones, son otro punto a destacar de este lanzamiento, ya que piezas como «PynkyI Gotthejuice», cuentan con la colaboración de Grimes y Pharell Williams, respectivamente, y es en esta última donde notoriamente los sonidos de África invaden la producción de la también actriz.
Dentro de la lírica de este disco, se ven reflejadas diferentes temas y problemáticas que afronta Janelle, y que además colocan al disco como una carta fuerte y crítica.
Lo que podría ser un gran disco solo en lo musical posiciona a Monáe como un referente en temas como el feminismo por pistas como «Django Jane», una oda completa a este movimiento, o «Americans» que se alza como un track totalmente contestatario y que cuestiona abiertamente distintos problemas de la sociedad americana, tales como el racismo y la homofobia.
Monáe, además de difundir el mensaje de libertad que la caracteriza, logra armonía y coherencia entre las 14 piezas que lo conforman, y que después de escucharlo por segunda vez te deja con la certeza de haber conocido una de las mejores caras de Monáe.