Brenda Valderrábano // @brenda_vaa
El ex vocalista de The Stone Roses, una de las bandas inglesas más representativas del Manchester, Ian Brown, regresó el primero de febrero con su nuevo álbum Ripples, después de 10 años desde su álbum pasado, My Way.
Desde que inicia, Ripples, no hay duda que nos remonta un poco a algunos clásicos de The Stone Roses, pero sin ser totalmente iguales. Especialmente porque durante el proceso de creación de Ripples, Ian Brown tuvo libertad creativa al momento de producir, escribir e interpretar, tanto así, que son sus propios hijos, los músicos de muchas de las canciones.
El disco empieza con “First World Problems”, con un coro sencillo pero pegajoso, que nos enfrenta a nuestros supuestos problemas de primer mundo que en realidad, una vez que te pones a pensarlo, de problemas no tienen mucho.
Continuamos con “Black Roses”, una canción donde predomina el sonido de la guitarra eléctrica y un bajo rítmico que lleva la armonía de una manera muy sutil y nos habla de una rosa negra que encontró en su jardín y que no ha vuelto a ver, ¿alguna relación con The Stone Roses?
La tercera canción es “Breathe And Breathe Easy (The Everness of Now)” la cual es totalmente acústica, donde se pone más hincapié en la voz de Ian y se siente mucho más personal. Esta canción cambia la línea de las dos canciones pasadas, sin embargo, le da una vuelta al álbum y es una llamada de atención para esperar más cambios.
“The Dream And The Dreamer” nos confirma el punto anterior, una guitarra más funk le da ese ritmo activo y bailable, el bajo, como en todo el disco, mantiene sutilmente la canción. Para calmarnos un poco y perdernos en el reverb de la guitarra, está “From Chaos To Harmony” y sin duda es una canción bastante armoniosa.
Tranquila y fluida, y aún así llega un punto en el que cambia un poco la dinámica y se vuelve ligeramente más rápida, combinando la tranquilidad con felicidad y movimiento.
“It’s Raining Diamonds” te transporta instantáneamente a la playa; palmeras, arena, pelícanos y briza marina, su letra se yuxtapone perfectamente a la música, una guitarra acústica que hace pensar que sería una gran canción para tocar en la playa mientras observas el atardecer rojizo, o mientras llueven diamantes en los mares de Saturno o los cielos de Neptuno.
La canción que lleva el nombre del disco, “Ripples” sobresale desde el segundo uno. El bajo es lo primero que te jala y no te deja ir durante el resto de la canción. Prosigue con algunas intervenciones de una guitarra increíblemente bien realizada, sin mencionar el pequeño solo que realiza a mitad de la canción. Su ritmo animado, bailable y a la vez nostálgico de ese rock parecido al de The Stone Roses, llega para quedarse en las mentes de todos aquellos fans de dicha banda y del trabajo de Brown.
“Blue Sky Day” suena tal cual su nombre lo indica. Un día azul, ligeramente triste, acentuado por el piano inicial. Me imagino a una canción que escucharía algún día fatídico, mientras camino a casa, llevada por el ritmo de la batería y con la mente en otro lado mientras dejo que la voz de Ian me guie.
Otra cosa diferente pasa con “Soul Satisfaction” una canción mucho más romántica, una letra sencilla pero perfecta para hablar de alguien en forma delicada. Algo que le mandarías a una chica por la que mueres cada vez que sonríe. Un romance puro que nace entre los dos.
El ritmo del bajo, un corto pero presente saxofón de fondo,la letra y tono de voz, todo unido pisándole los talones al reggae, Ian Brown cierra Ripple con algo diferente a lo que había estado manejando; tal vez la libertad creativa le dio la oportunidad de hacer “Break Down The Walls (Warm Up Jam)”. Canta:
“We got to break down he walls
Down inna Babylon
That seem to divide us
We need some peace and love
Down inna Babylon”
Se siente muy cercana a la situación actual del mundo, gente migrando en todos los rincones del mundo, paredes que pretenden separar familias, parejas, seres humanos, egoísmo y odio. Y como Ian dice, tenemos que ser fuertes sin importar la presión y me gusta pensar que hay alguien cantando esta canción y preguntándose ¿qué puedo hacer yo para traer más amor y menos odio?
Aunque muchos fans siguen bastante tristes por la separación de The Stone Roses, después de que esperaban que sacaran algún nuevo material, Ian Brown nos regala Ripple, con toques muy parecidos a los de su ex banda, pero manteniendo su identidad en todo momento. Y con el corazón en las manos, esperamos que no pasen otros 10 años antes de saber más sobre este gran músico.