El fenómeno Queen parece que va a causar algo importante, más allá de la música: las biopics de rockstars van a estar de moda. Esto no quiere decir que vayan a hacer a montones, pero las que sí hagan, van a tener la atención de todos; sin factores externos. Como la de The Doors, que a veces a la película se la come el hecho de que sea un filme de Oliver Stone con esa peculiar -porque todos la entendieron diferente- interpretación de Val Kilmer.
También una diferencia importante, son los guiones, que esté basada en una biografía directa, de alguien que lo amerita, es mucho más emocionante que estar adivinando lo que era su vida y pasado -como The Doors-. Por eso ahora, Nikki Sixx, alguien que es famoso por dos cosas, ser el bajista de Mötley Crüe y estar legalmente muerto por dos minutos. Es casi inherente pensar que podrías leer su vida… o verla.
Primero nació The Dirt: Confessions of the World’s Most Notorious Rock Band, una biografía que la banda -la alineación clásica de Lee, Neil, Mars y Sixx– en colaboración con Neil Strauss del New York Times lanzaron esa recopilación, por llamarlo de alguna manera de todas las andanzas de su carrera. Ozzy Osbourne es también parte importante de esto.
Este libro dio paso a The Dirt: The Unbelievable Story of the World’s Most Notorious Rock Band – Mötley Crüe, la película basada en el libro – el director es el mismo director de Jackass, como dato cultural-. Entonces lo de siempre, cuál va a ser el casting, se van a parecer, lo van a lograr. Porque todas son personas reales, no solo es la banda y Ozzy, es también Heather Locklear y David Lee Roth.
Para rematar como toda película decente que se trate de un música está el soundtrack, que es la razón de ser de este texto. Obviamente tiene que ser música de la banda. Richie Valens apenas llegó a tres LP y musicalizó su película -de manera póstuma, obviamente- con 9 discos parece no ser tanto problema.
Algo que tampoco es, la vida de la banda era una fiesta -sí, probablemente muy mala copa, pero una fiesta al fin y al cabo- y la música de la banda… pues es de fiesta. Incluso no por nada hasta tienen en su repertorio canciones que ya se han convertido en ese obligado repertorio de música de teibol, sobre todo la primera canción – para poner el contexto, cuando una bailarina toma la pista, usa dos canciones, la primera una más movida para mostrar sus pasos de baile, aquí las de Mötley quedan perfectas y la segunda mientras se remueve sus prendas es más bien una balada más lenta. Por lo general Aerosmith queda bien con Crüe-.
Entonces están los más grandes éxitos de la banda “Shout at the Devil”, “Girls, Girls, Girls”, “Dr. FeelGood”, de esas que todos se saben. También una que otra balada, de esas para las que partes donde está la cruda y se están dando cuenta lo que está pasando o cuando te peleas con Heather Locklear.
Aparte de todo, aprovechando que van a repuntar en ventas y en Spotify, también tienen rolas nuevas. Las más interesante de calle es el lead single del disco y la que lo abre. “The Dirt” igual que el libro y la película. Con un invitado, Machine Gun Kelly a.k.a el que se peleó con Eminem a.k.a. el asno de Birdbox. Donde parece que su estilo crudo queda con el estilo de la banda. Es una prueba de que pasado y presente pueden trabajar juntos.
Otras dos son “Ride with the Devil” y “Crash and Burns” que encajan con todo el trabajo de la banda. Algo genéricas dentro del estilo. Van a encajar en el setlist de los shows en vivo, pero tampoco las van a corear para que las toquen siempre. Ya se le ve un poco la edad a la banda en estas.
La otra canción, la que finaliza… es un cover de Madonna, “Like a Virgin”. El recuerdo de Gun´s n Roses, “Sympathy for the Devil» y Entrevista con el Vampiro, dice todo.
Este disco va a ser un buen calentamiento ahora que pase el furor por su película, para que empiezan a darle un repaso a todo su trabajo.