Sentir muerte en el interior. Sentir que arrancaron tus entrañas. Sentir perdición. Sentir ímpetu de reencontrar. Sentir el pulso avanzar, pese a todo. Sentir vacío. Sentir necesidad. Sentir añoramiento y nostalgia. Sentir perdón. Sentir agradecimiento e impotencia. Sentir por sentir. Sentir culpa. Sentir verdad o no. Sentir amor.
Todo vuelve a la calma en algún punto y ese redescubrimiento es clave para brotar de entre el polvo. Los ciclos pueden ser repetitivos, pero el giro y el sabor no son dependientes del destino, sino del instinto. Rhye, el grupo de soft-pop liderado por Mike Milosh, restauró su sonido el año pasado con su segundo álbum Blood, con resultados mixtos. Sin el productor Robin Hannibal, quien amplió el debut del grupo en 2013 con una producción suntuosa y minimalista, Milosh se apoyó en una instrumentación más robusta y letras exageradas que minaron la mayor parte del atractivo enigmático y económico de su música.
El nuevo EP, Spirit de Rhye, grabado después de una extensa gira el verano pasado, se siente como un compañero suelto y bajo de Blood. Los estilos electrónicos y de guitarra habituales de Rhye se remontan a los arreglos de piano meditativos y al ambiente ambientado, lo que lo convierte en un fondo efectivo, aunque ligero, para su variedad de romance.
El breve álbum de ocho canciones refleja esa sensación de introspección y silencio ritual, con la mayoría de las canciones en clave menor y el timbre confuso de Milosh ofreciendo zumbidos largos y sin palabras. Rhye ha usado la música de cámara como una influencia indirecta en el pasado, ya sea apilando armonías sobre una sección de cuerno en Woman o agregando cuerdas punteadas a su portada de «A Whiter Shade of Pale» de Procol Harum. Pero aquí Milosh principalmente viste las cosas para una base percutiva intencionalmente escasa; su piano está cerca de los pinceles más pequeños de sintetizadores y cuerdas, lo que indica intimidad sin la mano dura que arrastró en Blood.
Líricamente, Milosh sigue preocupado exclusivamente por un tipo de deseo torturado: quiere ser necesitado, sentir su dolor, librar sus guerras, etcétera. Entregadas en un susurro suave y unificado, las palabras de afecto a veces suenan vagamente siniestras en lugar de atractivas. Todo se siente un poco superficial para Rhye en este punto, pero de una manera característicamente refinada que al menos facilita la escucha informal.