Fotografía destacada: Facebook Oficial The Guadaloops
The Guadaloops es una agrupación mexicana que sintetiza a la perfección el mestizaje musical contemporáneo: mezclan hip hop con rock, funk, psicodelia y todo lo que se ponga en frente. Con motivo de su nuevo sencillo “La teoría de la felicidad” (que acompaña a otro sencillo grandioso, de los mejores temas mexicanos del año como lo fue “Caoscrito”) platicamos con Fermín, la parte luminosa y melódica del proyecto en el que también participan Tino El Pingüino, Ferdinand González, Sami Mendoza y Bernardo Pérez.
Revista Kuadro (RK): Cuéntanos un poco sobre el nuevo sencillo, “La teoría de la felicidad”.
Fermín: Queríamos hablar sobre cómo la felicidad es una teoría y es tan breve y dual que, cuando la sentimos, es bien pasajera. Y al final, también toca otros temas como la ansiedad que es un padecimiento muy clasemediero.
RK: Dado la popularidad que ha tomado el hip hop en los últimos años, ¿a qué crees que se deba el boom que ha tenido este género en la última década?
Fermín: Yo creo que es una forma sencilla de expresión. Es un arte muy concreto, que no toma prestadas muchas metáforas, ni ningún otro adorno. Es palabra directa y concisa que se convierte en un medio bastante chido para transmitir lo que se piensa.
RK: ¿Cómo surgió esa inquietud de combinar hip hop con otros géneros?
Fermín: Fue algo muy natural. Cuando empezamos escuchábamos mucho hip hop que, en ese entonces, ya fusionaba géneros. Para nosotros fue igual, ver cómo mezclar el rapping con otros tipos de ritmos. Ya había escuchado eso por ejemplo con la música cubana, o en otros grupos que lo combinaban con esta oleada de rock nueva.
Desde el nombre, The Guadaloops, ya hay una intención de combinar idiomas, sentidos, ideas, infinitos. Al final, la agrupación nace de la unión de proyectos alternativos. Fermín tiene su proyecto homónimo; Franco Genel tiene Tino el pingüino; Ferdinand González tiene Bicho Blanco; y a Sami, quien es uno de los cats más reconocidos de la escena del jazz, no le faltan proyectos con los cuales colaborar.
RK: A propósito de la mezcla y el rompimiento de las etiquetas hoy en día, ¿cómo les ha funcionado la ausencia de una definición de su sonido o concepto?
Fermín: Es parte de nuestro discurso, el no tener etiquetas. Yo creo que llevamos un rato así con esto de las etiquetas, pero no lo queríamos admitir. Lo que sucedió es que se integraron muchísimas cosas, hoy cualquier grupo de cualquier género puede integrar elementos, ya se ha hecho. Pienso en Illya Kuryaki, o en los raperos de los noventas que ya también integraban un mestizaje. Hoy las rayas son indivisibles.
RK: ¿Cómo es tu relación con Tino?
Fermín: Ya es una relación madura, llegamos hasta a vivir juntos un ratillo, es un gran amigo, a veces nos queremos ahorcar, pero en general nos queremos muchísimo, somos hermanos y cómplices en esto de la música.
RK: Están de gira con su último material, La Viuda, un álbum que si bien es menos accesible que Almanueva, demuestra una faceta mucha más compleja y profunda de la banda. ¿Cómo ha sido el recibimiento de ese álbum?
Fermín: En general bien. No es el éxito que esperamos, nunca pensamos que lo fuera a ser, pero por ejemplo lo que fue “Nunca es tarde” o el disco de Almanueva para nada se compara. Pero también ya sabíamos, desde que lo empezamos a hacer, sabíamos que no es para todos, el tono, lo musical está subidito de tono, el lenguaje que se utiliza, así como la manera en que están estructuradas las canciones no son tan fáciles de seguir.
The Guadaloops no se detiene. No hace mucho grabaron una sesión para KEXP en donde se muestra que son un talento a seguir capaz de reinventar los géneros; no todos son invitados a grabar un vivo para esa emisora.
Además de preparar su nuevo disco que saldrá el próximo año, siguen en la gira de La Viuda, acompañados de los Los Petit Fellas, banda con la que tienen programados presentaciones en Puebla (20 de octubre), en Toluca (24 de octubre) y Querétaro (25 de octubre), así como en el Lunario (26 de octubre). Por eso, y por mucho más, lo de hoy es la mezcla, es el rompimiento de los cánones, más allá de las etiquetas.