Por Monserrath Pérez Huerta
En el ecosistema auditivo es exquisito escuchar vibraciones que unen, la música con el existencialismo, así la base de esta corriente es La Existencia (2020), un nombre que hace referencia, al título del nuevo material de Rubio, proyecto de la chilena Fran Straube. Este EP es la segunda entrega de su próximo álbum: Mango Negro.
Muchas bandas latinas optan por el inglés para expresarse; sin embargo, lo interesante de Rubio son sus letras en español. Asimismo, el proyecto arma ideas creativas. A veces parece que todo está dicho; no obstante, llega Rubio y convierte un concepto en otra dimensión.
El álbum comienza con “Agua», una canción cubierta en sonidos naturales que expresa: “Del dolor emprendió, majestuoso es su vuelo”. Minutos después suena “Compañera”, una pieza que trasmite un instante de calma. Mientras que en “Solo quiero que me salves tú”, Straube plantea que, la música es un refugio. Para seguir con «Niño Iceberg», una pieza perfecta para cerrar el corto y decir: “Te levantas y no quieres hacer nada, el reloj avanza y no haces nada”.
En diferentes medios, la chilena expresó que este EP intenta abrir “las puertas hacia esa dimensión de lo intangible que revela las magias invisibles de la vida”, con estas palabras es necesario dejar a un lado la material, ya que “La Existencia” es la clave para disfrutar cada sonido de la producción.
Rubio se caracteriza por tocar vibraciones electrónicas donde la experimentación es la fórmula para crear nubes pop. También es necesario comentar que Straube ha demostrado su profunda relación con la naturaleza, visible en Pez (2018), un álbum que invadió el espacio con tres canciones tituladas: “Coral”, “Árboles” y “Las Plantas”.
Según el existencialismo el ser humano es libre, ya que tiene la capacidad de decidir con responsabilidad. En ese punto soy “libre” para mencionar que este proyecto es uno de los más importantes en América Latina, porque Rubio entregó nuevamente una obra de calidad.
¡»La Existencia», según Rubio!