Fotografías: Facebook Oficial Andre Bird
Por: Maximiliano Blanco
Andrew Bird realizó en compañía de Alan Hampton un live streaming en donde interpretó sus más aclamadas piezas, así como una sesión de preguntas y respuestas por parte de sus fans quienes tuvieron oportunidad de acercarse a él por medio de las redes e intercambiar algunas palabras con el músico estadounidense. Un nuevo reto para la industria que cada vez se adapta mejor a las nuevas necesidades de un mundo asolado por una crisis sanitaria y es que quizá este tipo de interacciones con el público se conviertan en una norma que hará que exista una relación mucho mas estrecha entre artista y seguidor.
Todo comenzó la noche del 16 de octubre a las 20:30 horas cuando el live streaming inició su transmisión. Con un link y un par de clics en el explorador logré acceder al que sería de mis primeros eventos en vivo a través de una pantalla. OCESA estaba escrito frente a mí y un efecto de sonido del bullicio típico de un concierto abarrotado se escuchaba; la atmósfera de un evento masivo virtual. Unos cuantos minutos después y un fundido a negros fueron la apertura del telón para ver a Andrew Bird finalmente.
El escenario en el que se encontraba de pie fue muy sencillo, aunque lleno de curiosidades como el mono de peluche que yacía colgado en una rama del árbol que estaba detrás de los músicos. Andrew le contó a la audiencia que cada miembro de su equipo tenía un muñeco que representaba a cada uno; el que mostró era el que lo representaba con todo y la ropa propia del músico, mostrando auténticamente su personalidad. Al parecer se encontraba en la intemperie, con un teclado un violín y un par de guitarras entre él y su acompañante Alan, con un jardín rodeándolos en un ambiente fresco, rodeados de naturaleza.
Un evento muy relajado que entre canciones el efecto de sonido de aplausos sonaba brevemente en un intento de recrear la atmósfera de una tocada en vivo, Andrew, por sus gestos probablemente le parecía cómico o incluso ridículo, aunque eso no lo sabremos con claridad, para Alan ciertamente no parecía ni siquiera importarle. El par de músicos dio una gran presentación a quizá un puñado de personas que pudieron estar detrás de las cámaras y por supuesto a los miles de videoespectadores en todo el mundo.
Andrew se mostró interesado en comunicarle a su audiencia que votaran en las elecciones (en Estados Unidos), mensaje que claramente iba para sus compatriotas. La situación actual es sin lugar a dudas algo que nos ha afectado a todos en diferentes niveles y para la industria musical ha sido un duro golpe; reflexione detrás de la pantalla mientras alguna pieza del set list de aquella noche continuaba en su andar melódico y no pude evitar sentirme un poco lejos de todo, viendo como aquellos maravillosos músicos tocaban sus instrumentos frente a un par de cámaras que ahora sustituían a cientos, más bien miles de fans, separándolos de esa magia que se desenvuelve en un concierto.
Canciones como «Measuring Cups», «Banking On A Myth», «The Naming of Things», «Opossite Day Reprise», «Solveig», entre otras fueron el repertorio que presentaron ante el público. Entre canciones nos narró algunas anécdotas y datos interesantes acerca de sus piezas, como es que surgió la idea de una o como es que le recuerda algo en particular, un acercamiento muy fiel con sus fans, algo que agradecemos mucho, ya que nunca está de más saber algún dato de primera mano sobre nuestros artistas.
Casi para concluir, en el imperdonable encore interpretó algunos covers de músicos que admira como John Cale y su canción «Andalucia», John Prine con «Souvenirs» y con un regalo de canción; «The Happy Birthday Song» que dijo ser su versión personal, una reinterpretación de la famosa y clásica canción de feliz cumpleaños. Se despidió calurosamente de sus seguidores esperando se cuiden y verlos pronto.