En agosto de 2015, el condado de Cook proponía recaudar un impuesto para los clubes de música que se ubican en Chicago; esto dio pie a que dueños, artistas y personas del medio se opusieran y no solo ello, sino que también propusieron que el “clubbing” se declarara un espacio cultural.
Tras la polémica alrededor de la tasa del 3% de impuestos que los clubes de Chicago debían reservar de la recaudación de entradas en “eventos no artísticos”, la Junta de Comisionados del Condado de Cook ha dado marcha atrás en voz de John Fritchey, anunciando una modificación, reconociendo a las actuaciones de DJs y conciertos de música electrónica y Hip Hop como “formas de arte”.
Chicago es una de las cunas del House y de la música electrónica en general, un icono representativo tanto del pasado como del presente del género. La decisión tomada por las autoridades no solo para no cobrar un impuesto sino el de considerar a la música como un agente cultural, es un paso más para que tanto artistas como la gente que se dedica a promover todo este movimiento tenga más espacios y esto genere nuevo talento.
Además, ello conlleva a que otros sitios, también consideren a la cultura del DJ y la música electrónica como parte esencial en sus ciudades.
Recientemente, este mismo fenómeno se vio en Berlín, donde las autoridades declararon al mítico Berghain como recinto cultural.
Sin embargo, en Londres no sucedió lo mismo con el club Fabric, que fue cerrado recientemente debido a la muerte de dos jóvenes por supuesta sobredosis, algo que también debe analizarse ya que en la mayoría de estos lugares es muy común el consumo de drogas. Un problema global que de igual forma perjudica a la música.