Imagen destacada: John Casablancas y Julian Casablancas.
Un padre en la vida de un músico puede ser otro músico, un obstáculo, un ser que brilla por su ausencia, una fuente de apoyo incondicional, o simplemente alguien que no existe más. Pero al final, para todos, o al menos para la mayoría de los casos: inspiración pura. No hace falta entenderle, conocerlo, y probablemente ni siquiera admirarlo. Presente o no, un padre está y existe, influye y tiene repercusiones de las que sus más bellas o quizá no deseadas creaciones no se salvan, o sea sus hijos, envueltos en un ambiente que probablemente no hubieran deseado para ellos, ¿o sí?
- David Bowie y Zowie Bowie
Comenzaremos con una excepción, porque no se hablará de David Bowie como hijo, sino, como padre, junto con Angela Bowie decidió procrear a Duncan Zowie Haywood Jones, o podríamos limitarnos a llamarlo Zowie Bowie, criado en un ambiente apropiado para celebridades pero inadecuado para un niño, quien tuvo que lidiar con la fama de sus padres y su fallido matrimonio, el cual desencadenó en “Kooks” canción que fue dedicada a Zowie con el fin de explicar las altas y bajas que sus padres lo hacían pasar. Y a pesar de que Bowie trató de encaminarlo a la música, acercándolo a uno y mil instrumentos, Zowie optó por dedicarse al cine. Y esta es una historia de tres generaciones, pues antes de que David Bowie falleciera, supo que sería abuelo.
- Bob Pritchard (Luke Pritchard –The Kooks)
El caos matrimonial de David Bowie y el intento por salvar a su hijo de las consecuencias de éste, no sólo repercutió en su familia, también en el líder y vocalista de The Kooks, obviamente por eso el nombre de la banda británica. Luke Pritchard tiene un largo historial de canciones dedicadas a su padre quien falleció cuando tenía sólo tres años, es aquí donde reafirmamos que la ausencia de un padre puede ser únicamente un concepto. “Gap”, “See Me Now” y “Sway” son algunas de las canciones que Luke dedica a su padre.
- Hugo Ortiz de Landázuri (Enrique Bunbury)
“Su hijo no iba a ser universitario, ni filósofo ni médico sin aspirinas. Iba a ser músico de rock.” Menciona Pep Blay en la biografía que escribió sobre Enrique Bunbury respecto a su padre y su inconformidad en cuanto a la música, donde David Bowie, aunque sea de manera insignificante tiene presencia, una vez más, cuando su padre decidió leerle la biografía completa de Ziggy Stardust con el fin de asegurarse que Enrique no fuera “maricón”. La rebeldía con la que el español enfrentó a su padre durante varios años, y todas las discusiones y distanciamiento que esto provocó, culminó en “La Carta”, una canción dedicada a su padre: “Sé que siempre he sido así y que no tengo remedio, ni lo quiero tener. Pero ni el miedo ni tus cartas lo son todo para mí, quizás otra vez te echaré la culpa a ti.”
- Eric Fletcher Waters (Roger Waters–Pink Floyd)
¿Es peor el rechazo de un padre vivo o enfrentarse día a día con su ausencia, sencillamente, porque está muerto? No logramos tener una conclusión de esto, pero desgraciadamente, Roger Waters tuvo que aprender, si es que pudo lograrlo (¿o fue el origen de una vida llena de caos?), a crecer con el hecho de que entre los miles de comunistas que volvían de las guerras, ninguno era su padre y ninguno representaría la figura masculina que buscaba en todos lados, impacto que lo llevó a padecer depresión y ansiedad desde una etapa muy temprana, pero que terminó descargando en The Wall, un álbum que refleja las inseguridades y miedos de un infante sin rumbo.
- Albert Hammond (Albert Hammond Jr.)
Padre excepcional y al que probablemente se le atribuye que The Strokes, banda en la que su hijo es guitarrista, no quedara en el anonimato. De ser una influencia y quizá la primera para Albert Hammond Jr., gracias a su carrera como compositor para músicos como Johnny Cash y hasta Julio Iglesias y como intérprete desde los 60’s, pasó a ser también quien llevó y costeó el primer disco de The Strokes a un par de disqueras, cuestión que les cambió, sólo un poco, la vida.
- John Casablancas (Julian Casablancas)
Julian Casablancas podría presumir de tantas canciones en las que hace mención a su padre, pero no de una buena relación con él: hombre de negocios, poco tiempo, poco amor, y jefe –hasta donde sabemos- de dos familias. La ausencia y desapego que obtenía de su padre, se transformó en un severo problema de alcoholismo que Julian adquirió cuando no tenía ni siquiera 12 años, reacción rebelde con la que buscaba únicamente llamar la atención de John. Sin embargo, Sam Adoquei, padrastro, fue quien lo acercó y lo introdujo a la música y el arte, empezando con consejos creativos y de composición, cuestión que después le permitió escribir un libro. John Casablancas murió mientras su hijo escribía el contenido para Tyranny, del que se desprende “Human Sadness”, una de todas las canciones, y quizá la más clara, que refleja la relación padre-hijo que nunca deseó: “Not your son, not your friend, not your enemy”.