“Don’t Be Shy” y el eterno odio a Tiësto

Al igual que comenzar a vender pan de muerto en septiembre o iniciar la venta de rosca de reyes el 3 de noviembre, ya es tradición que cada nuevo track, EP o álbum de Tiësto venga acompañado de una ola de odio por parte de sus más antiguos seguidores pues, de acuerdo con ellos, Tiësto es un vendido que traicionó su género musical y a sus fans, ya hace más de una década. Su nuevo track, “Don’t Be Shy”, junto a Karol G no fue la excepción.

Con comentarios como: “Y vendrán cosas peores, dice la biblia”, las redes sociales de Tiësto se llenaron del odio que traen cargando en los intestinos los fans del legendario DJ neerlandés desde que este lanzó los álbumes Kaleidoscope y A Town Called Paradise, por allá del 2009 y 2014 respectivamente. Hasta cierto punto es de entenderse y, quizá, la culpa sea en gran parte de Tiësto, al no haber sabido en su momento marcar un antes y un después en su carrera.

Recordemos que en el periodo comprendido entre los años 1996 y 2007, Tiësto lanzó 17 compilaciones de música trance: dos Space Age, siete Magik, seis In Search of Sunrise, un Nyana y la presentación en vivo que realizó en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2004, Parade Of The Athletes. Sumemos tres discos de estudio: In My Memory, Just Be y Elements Of Life, y obtenemos al menos 20 CDs de trance bajo el nombre Tiësto.

Con Kaleidoscope y A Town Called Paradise, Tiësto dio un giro de 180° del trance hacía la música pop (llámalo electro pop, EDM, o como gustes) del cual no regresó y es normal que los fans que le dieron fama y gloria, cuando nadie lo conocía, se molestaran. Tijs Verwest, como fue bautizado por su familia, debió haber puesto fin a Tiësto por allá del 2008 e iniciado un nuevo proyecto musical en el cual pudiera experimentar cuanto él quisiera. Es una simple cuestión de nombres que le habría ahorrado ya más de doce años de comentarios negativos.

Para mala fortuna, el DJ va a cargar con esos fans hasta el día que muera, pues sus primeros seguidores vieron ese cambio de género musical como una traición y bien sabemos que el ser humano difícilmente perdona una deslealtad.

Fácil habría sido que, como se lo recomendaron en varias entrevistas hace ya más de una década, hubiera cambiado su alías. Nuevo género musical, nuevo nombre y todo ese odio se habría quedado suspendido en el pasado. Cada nuevo EP o álbum que lanzara, sus seguidores originales lo comentarían con un “recordemos que este no es Tiësto, es su nuevo experimento, ya regresará algún día a sus orígenes” mientras que los fans originales, los que compraron sus primeros discos a finales de la década de 1990, seguirían esperando “el regreso de Tiësto”, un proyecto que hasta la fecha seguiría dormido.

Pero Tiësto se aferró a su alías, no quiso deshacerse de él, lo defendió en numerosas entrevistas. ¿Qué es lo más irónico? Que hoy en día tiene un alias llamado VER:WEST con el cual, en contadas ocasiones, lanza música ligeramente similar al trance que publicaba hace más de una década. Inserte el ícono de facepalm aquí.

Para mala fortuna de cada artista que colabore con Tiësto, va a ser imposible que la opinión de este grupo de fans cambie algún día. El giro fue equivalente a que, de la noche a la mañana, Dream Theater o Porcupine Tree dejaran el rock progresivo para hacer covers de Taylor Swift y Coldplay o que Future Islands, Arcade Fire y The National, de un día para otro, publicarán un álbum de reggaetón. Estas bandas cargarían para siempre con una horda de fans molestos que les llamarían vendidos hasta el fin de los tiempos.

No tiene nada de malo que un artista experimente con nuevos géneros, pero deben entender que hay un grupo de personas que los apoyaron cuando nadie los conocía y que, si van a cambiar el rumbo de su proyecto, deben dejar esa separación muy bien marcada. Tiësto no supo hacerlo, pensó que sus fans lo apoyarían en todas sus decisiones y no fue así.

Y es una lástima porque su colaboración con Karol G NO es en absoluto mala. El odio en esta ocasión es porque Tiësto, aparentemente, está haciendo reggaetón. Qué informados están los haters porque ni Karol G canta exclusivamente reggaetón (pueden confirmarlo en su presentación en “Tiny Desk” de NPR), ni el tema “Don’t Be Shy” pertenece a este género. Sería más correcto ubicarlo en una de las decenas de subgéneros de la música house. Bastante relajado, pegadizo y agradable. Aunque no dudo que, tras una ola de fama en TikTok, en unos meses, máximo un año, nadie recordará la canción. Pop al final de cuentas.

Pero, si ustedes son de los que gustan de rasgarse las medias con cada nuevo lanzamiento de Tiësto, déjenme recordarles que al buen Tijs Verwest le importa un cacahuate tu opinión. Él ya cobró suficiente dinero como para comprar millones de dogecoins por este lanzamiento, con el cual le dará más peso en la industria musical al nombre de Karol G. Y a ella tampoco debería importarle tu opinión, ya realizó una colaboración más en su carrera que pondrá a Tiësto en el mapa de las nuevas generaciones. Una simbiosis en la cual ellos dos ganan y tu colitis pierde.

Por : Jay Ros

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