Apenas ayer, 13 de julio conmemoramos el Día del Rock —que festejar el día del rock, es la cosa menos rock que hay, pero bueno—. La inmensa mayoría ni sabía el por qué de que Bob Geldof juntara a toda la pléyade de estrellas que juntó, verdaderos pesos pesados.
Pero así fue, Etiopía sigue en problemas, pero todos los demás siguen siendo la nobleza y el Olimpo de la música. Porque también en estos días no tenemos mucho que festejar, que ya tienen un rato que el rock anda medio en estado catatónico.
El rock arena, ese que se dedicaba a ser tocado casi exclusivamente en foros enormes, es una especie en peligro de extinción. Podrán decir lo que quieran de U2 y de Bono, pero llenar tantas fechas en estadios no es para todos. Esos lugares al rock se los están ganando ahora Beyoncé, Rihanna o Taylor Swift; son las que juntas las multitudes enormes. Los demás tenemos que refugiarnos en algún festival para ver esa masa de gente.
La cuna del rock y su principal vástago (Reino Unido y Estados Unidos) traen un problema con la cantera, ya sabemos que también han perdido mucho terreno con el hip hop. Solo hay que ver los últimos headliners de Coachella o Glastonbury, los otros bastiones de los festivales de Rock.
Pero todavía hay un país que lo esta haciendo bien, que esta sacando rock de calidad, uno que escaparía de la atención de todos. Su peor pecado es su lugar de origen, porque por talento no para. Suecia es la que ha tenido un renacer musical.
Cuando se piensa en algún país escandinavo, automáticamente piensas que es una de death technical metal o algo así, algo quema iglesias, algo con cruces invertidas, porque #satánicos y con la cara pintada. Y era normal porque en un artículo que explicaba cuantas bandas de metal hay per capita en Europa escandinavia arrasa.
Noruega tiene 299, Finlandia (el ganador por un amplio margen) 630 y Suecia, el país que ahorita nos importa 428 bandas de heavy metal, por cada millón de habitantes. Según el último dato que tiene el Banco Mundial de 2013, tiene una población de 9.5 millones de habitantes; esto quiere decir 4066 bandas de heavy metal. Únicamente heavy metal.
Por eso que esté empezando con rock —aunque alguno de los que vamos a presentar tienen una trampa en esta lista— es realmente notorio y sobresaliente. Porque de eso se trata el rock, no conoce fronteras, aunque suene muy cliché, ir a rifarse frente a una audiencia sin importar que… eso es rock.
Ghost
Abrimos con la banda más exitosa de esta lista y una de las que tienen más exitos en la historia reciente de Suecia. Tampoco somos tan aventurados en nombrarla ya la mejor banda que ha dado esos lares, porque la competencia es fuerte, de entrada Messhugah y Opeth son huesos duros de roer para ese debate.
Pero esa es la trampa, el 99% de las bandas suecas de metal son black o death… o black death. Ghost es algo más, algunos lo quieren catalogar como doom, otros como heavy más genérico; pero ellos son todo un concepto, las etiquetas no les quedan. Es como el soundtrack de una misa negra, esas voces limpias que hablan sobre invocar a todos los demonios y ese fervor que le tienen a Lucifer como en «Year Zero» del Infesstisuman.
Todo de la mano de los visuales, la mitra, el báculo, el maquillaje, los instrumentos, el show en sí. Te hace sentir parte de la misa. Recogiendo un poco el legado de Alice Cooper… sin gallinas.
Además de ser los únicos que si se han presentado en nuestro país, que ya van por la tercera, en el HH Fest, después de venir con Iron Maiden y Slayer —nada mal para que te ungen esos dos— y ya ellos por su parte para el extinto José Cuervo.
Truckfighters
Llamarlos los Kyuss o los Fu Machu se queda muy corto para todos los involucrados. Para la banda de más antaño de todas las de esta columna, sí tienen esa onda y esa vibra de Desert Rock, pero con algo más. Tal vez el clima antagónico de California es lo que le da ese toque especial.
Un trío que ha cambiado de muchísimos bateristas y que solo queda como parte central de la banda, además de bajo y voces. Es un trío que suena como si fueran 6, el bajo tiene unas texturas que se multiplican para darle espacio a la batería, y que la guitarra puede olvidarse un poco de funciones rítmicas y dedicarse a los riffs y a los solos.
Ya con 6 trabajos de estudio (el último de 2014), están empezando a ganar más terreno internacional, Todo por ese documental que hicieron titulado igual que la banda, con la compañía de Josh Homme, Alfredo Hernandez y Nick Oliveri (todos de QOTSA o Kyuss), así como otras bandas como Fu Manchu, Nebula y otra de las bandas de esta lista: Graveyard. Ya se ganaron un lugar en el Wacken Open Air. Por algo se empieza para una banda que tardó —muy malamente— 10 años en llegar a Estados Unidos.
Graveyard
Ese nueva onda mundial del hard rock de antaño, de ese rock blues old school que hoy montan a la delantera Kadavar y los Rival Sons, obviamente tienen pioneros y son este cuarteto que tiene lo básico. Voz, dos guitarras, bajo y batería. Nada más, sin pretensiones. De todo en su repertorio, pasando por las canciones hard rock, hasta algo más baladesco, más suave, perfecto para poner con alguien más. Teletransportándonos a otro época con un sonido más crudo, pero amigable.
Cuatro visitas al estudio, donde la segunda es una verdadera joya. Se han hecho un lugar y ya viajaron de tour con Soundgarden —lo cual nos hace darnos cuenta que aquí los empresarios nada más escuchan el radio de aquí y ya—. Porque si han salido de gira mundial, donde obviamente no hicieron para por aquí.
Al igual que hace unas décadas, también le ponen especial énfasis al arte, como el del último LP Innocence & Decadence que parece algo que recuerda a Escher pero mucho más colorido y contemporáneo. Al igual que su look, porque si tocas rock y no te ves como si hicieras rock… ¿en verdad haces rock?
Witchcraft
En algo se parece esta escena a la californiana que hemos comentado en otras bandas. Parece ser un círculo, porque en esta banda ha pasado miembros de Truckfighter y de Graveyard. A la banda que más ha variado entre discos, que se mueven con más ductilidad entre los géneros, que cada reseña avientan como stoner, psicodélico, doom o heavy.
También ya tienen más roce intencional, ya que tienen un EP Split con los texanos de The Sword. Al día de hoy con un álbum todavía nuevo bajo el brazo, es probablemente la banda más pesada de toda la lista, son un grupo que empezó haciendo covers de Pentagram.
Discos donde le dan más peso a los instrumentos, otros discos con más pesos en las voces, con una banda que trabaja rápido con cinco placas en 12 años. Seguimos esperando también el salto enserio internacional de ellos.
Blues Pills
Un nuevo intento más por poner a Suecia en el mapa con todo el merecimiento y sin ser death. De la misma ciudad que Truckfighters y con el productor de Graveyard, ya tenemos un trabajo en el estudio que es sobresaliente. Como su nombre lo indica, más blues que los demás —porque todas las bandas tienen su toque diferente, a pesar de «compartir género»—.
Lo especial también es Elin Larsson, que parece una Lana del Rey pero realmente badass. Indumentaria medio hippie, cabello lacio muy largo, con una mirada perdida. Pero lo más importante, una voz poderosa, fuerte, rasposa; todo eso sin perder su feminidad. Con un enorme espectro, basta escuchar «River» y «Gipsy», la primera una balada, necesitando la parte más dulce de su voz; la segunda desgarrando las cuerdas en lo que casi es un manifiesto.
No por nada estarán de tour este verano con Kadavar —si alguien que ya trajo a Kadavar antes se entera y se ponga las pilas—. No podemos más que estar en vilo, en lo que tenemos en las manos su segundo LP, que aparte son los que tienen el mejor arte en sus placas —aunque sea una— y ahora un esperado brinco y éxito internacional, ese, que más bandas suecas merecen.