Para un artista tan presente, tan entrañable, tan constante, toda presentación sobra. En el marco del estreno mundial de su re-versión de la emblemática canción “Muñequita Sintética”, en colaboración con Rubén Albarrán, de Café Tacvba, el ícono Luis Álvarez “El Haragán”, nos regaló, más que una entrevista, una introspección, una charla más íntima, que además, inició él mismo con la amabilidad y sencillez que lo caracteriza, y que terminó incluso con un mensaje al actual Presidente de México…
EH: «Mi Carnal, buenas tardes, venga de ahí, ¿te gustó la rola?…»
- RK: Bastante. Escuchamos esta re-versión que hiciste con Rubén, con “La Chiquis” (Amaro), pero no es la primera vez que versionas tus canciones, ¿por qué versionar tus canciones que de por sí ya son muy poderosas?
EH: Esto es como un homenaje a la trayectoria del mismo grupo, pero sobre todo a la banda que nos ha seguido por estos largos 30 años. No quisimos sacar algo nuevo, y no por falta de canciones, por ahí hay muchas canciones pendientes, pero quisimos revivir y re-versionar una canción que tiene su propio éxito, pero a manera de homenaje a nuestros fans, y darle esa frescura con la fusión de 2 bandas con estilos diferentes como son El Haragán y Café Tacvba representado por Rubén Albarrán.
- RK: Bastante sui géneris la fusión…
EH: Sí, pero es que son camaradas de antaño, medio gemelas de nacimiento aunque en diferentes circunstancias. Buscar esa colaboración grande con alguien de la trayectoria. Llegamos a tocar juntos en el 92’. Una banda amiga, una banda del pre.
- RK: ¿Una banda que le gusta a la otra banda? ¿A ti te gusta Café Tacvuba?
EH: De toda la vida. Los he escuchado siempre, pero sobre todo, hemos alternado muchas veces. Local e incluso en Los Ángeles, en festivales. Si ellos la han hecho en grande es por algo, porque tienen algo muy especial que entregan al público. Una banda auténtica, con gran historia, con gran trayectoria, y sobre todo, una banda que ha trabajado mucho. Y tratamos de hacer ese puente y se logró. Un puente de amistad entre dos bandas mexicanas, y un puente para nuestros públicos, porque los dos públicos están reaccionando. “A ver me clavo en tu público, tú clávate con mi público”, y es un intercambio. Es como un cambio de estafeta que se está dando en el rock mexicano, en el rock que hacemos…
- RK: ¿En el rock que se ha llamado “Rock urbano”? ¿Tú estás de acuerdo con ese término?
EH: (Risas). Ha habido todo un debate, y te lo voy a resumir porque no lo estás preguntando a la mala como otros momentos ha sido hasta incómodo en otras entrevistas por aquí y por allá. Yo no tengo ninguna bronca con que se llame urbano. A final de cuentas ya hasta eso nos lo quitaron (risas). Buscas “urbano” y sale creo reggaetón y esas cosas y OTRA VEZ FUIMOS DESPLAZADOS. Fuimos desplazados a principios de los 90’s cuando nosotros le llamábamos “Rock Mexicano” o “Rock nacional”, pero surgieron las grandes disqueras y las grandes compañías de espectáculos, como Televisa, y nos estigmatizaron con eso de “Rock urbano” que ya no era nacional ni mexicano para ellos. Lo nacional y mexicano fueron las bandas que entraron al “Rock en tu idioma”, y los que lanzaran en la televisión y disqueras, y en especial Televisa. Entonces como son de la urbe, pues nos pusieron urbano, y ahora otra vez ya nos lo quitaron (risas) y ya no tenemos otra vez un lugar, pero sí tenemos un lugar con la gente.
- RK: Con la gente a quienes ustedes también los hacen sentir que tienen un lugar…
EH: Claro, pero es que todavía hicieron otra cosa bien gacha. Asociaron “Rock urbano” con cosas malhechas, con rock mal tocado, malos músicos, mala ejecución, y lo peor, mal público, monas, resistol, y todo lo que te imagines. Bandas que tratamos de hacer cosas de calidad, nos llevan entre las patas con ese estigma. Nos afecta el trabajo. No podemos entrar a festivales. Culturales sobre todo. “Aquí no entra el rock urbano”. Pero es que en cualquier género hay bandas que no entregan algo chido, y otras que sí. Y lo importante entonces es echar calidad.
- RK: Entonces sí hay estigma, a priori…
EH: Exacto. No me molestaría eso de urbano si tuviéramos las mismas oportunidades, pero molesta por ese estigma, con qué lo asocian.
- RK: ¿Es discriminación? Si lo es, ¿ha disminuido esa discriminación?
EH: Claro que es discriminación, y todavía la hay hasta la fecha. Mira, hace como dos o tres años hice un disco de Blues…
- RK: Raíces…
EH: Exactamente. Me voy con músicos negros. Uy, bueno, ahora políticamente correcto llamarlos afroamericanos (risas). Pero entre ellos se llaman negros y no hay bronca.
- RK: Sí, pero entre ellos más bien…
EH: Es que les molesta que otros les digan negros. Un latino, un blanco, lo sienten despectivo, a menos que ya seas su camarada, entonces les pues decir. “¿qué pasa, negro?” y no hay bronca.
- RK: Es como un filtro de confianza…
EH: De confianza y de actitud. De orgullo y de fuerza.
- RK: Y ellos te la dieron…
EH: Pues imagínate, me voy con ellos a tocar. Hicimos un disco de mucha altura entre todos, y mira, quise entrar a un festival de Blues en México y me rechazaron por el nombre de “Haragán”. Me dijeron: “aquí no queremos urbano”, y yo les dije, “pero es blues”…
- RK: “Tú vete a hacer urbano y ya”, o, “no es blues porque yo lo digo”…
EH: Así. “Es que no nos gusta el “blues urbano”, ahora somos “blues urbano”. Imagínate. Entonces ya no sales de eso. Tú no entras con blues, ni con jazz, ni con nada. Podría irme a Cuba a grabar con la Matancera, regreso con un disco de son o guaguancó, y me van a decir, “aquí no aceptamos Son Urbano”. (Risas).
- RK: Pero es que entonces se ha creado una especie de resistencia de ellos, pero también los ha hecho a ustedes una especie de resistencia…
EH: Pero es que a veces ni siquiera lo conocen. Yo creo que para dar una opinión se debe de conocer, se debe de escuchar. Si te avientas un clavado a la música de un grupo, y ves su camino, su evolución, sus vertientes, sus participaciones, y ahí podrías formarte un criterio y una opinión…
- RK: Como en todo asunto…
EH: Sí, pero no nos molesta tanto. Sí es una piedrita en el zapato, pero seguimos adelante, y para nosotros está más difícil porque tenemos que demostrar quiénes somos, sobre todo en una grabación, en la calidad…
- RK: Claro, y más cuando colaboras con gente de calidad probada, como en este video…
EH: Exacto. Y lo mejor, es que por lo menos los de Café Tacvba, así como yo los he seguido, ellos nos han seguido y tienen un concepto muy diferente de nosotros. Conocí a Saúl Hernandez y también lo tiene. Sabo, todos los Caifanes y varias bandas que tienen calidad y mucha fuerza en su opinión.
- RK: Los punteros, LAS OPINIONES…
EH: Esos, y nos lo han dicho, y ellos desde otro punto, con respeto, con amistad, con buena onda y no como el patito feo del rock…
- RK: Nada de, “¿y tú qué haces aquí?”
EH: Para nada. “Tú eres Luis Álvarez, el Haragán, y te hemos escuchado.
- RK: ¿Es porque se dedican a eso? ¿Es por su apreciación musical?
EH: Y también por historia. Porque desde finales de los 80’s si recuerdas, florecieron muchas bandas muy chidas que traían su propio canto, su propia música, y eran únicas. Tex-Tex tocaba de una forma, Haragán de otra, Real de Catorce…
- RK: ¿Castañeda o estas bandas también, quizá?
EH: Claro, Cuca, Maldita Vecindad, Caifanes, todos tenían algo bien chido y bien diferente.
- RK: ¿Y se perdió esa diferencia? ¿Cómo ves su escena actual? ¿Se repiten? ¿Los imitan a ustedes?
EH: Más bien son bandas que siguen los pasos, y en cualquier estilo si hay puntas de lanza, les muestras un poquito el camino. Hay gente que te sigue, y que lo hace bien, y otra que lo hace mal. Es que también si está el original y sale una copia, pues sale chida, pero también la copia de la copia de la copia se va degenerando.
- RK: Se diluye…
EH: Sí, pero todos los esfuerzos que se hagan son loables. Todo mundo tiene derecho a tocar, a seguir el estilo que quiera, pero creo que sí hace falta un poquito de falta de creatividad, de propuesta original…
- RK: Declaradamente la hay, ¿no?
EH: Sí. Y es que de pronto brincan algunos grupos que la traen, que sí traen su propio canto, y también otros que tratan de copiar, pero en todos los géneros. De pronto en Argentina todos querían sonar a Soda Stéreo, y empiezan sonando bien, pero luego ya el hijo, del hijo, del hijo, pero de pronto hay alguien que toma su propio camino y abre el zurco. Creo que en México va a resurgir un movimiento chido en el que cada quién agarre su patín, su camino y lo estamos esperando. Afortunadamente hay buenos músicos. Yo creo que ya se está gestionando ese nuevo movimiento de rock nacional, del rockanrol.
- RK: ¿Esa búsqueda de caminos tiene que ver con esta tendencia (ya no tan actual) de experimentar con otros instrumentos, de repente hasta de orquesta? Ustedes mismos lo hacen también…
EH: Sí, pero no es tan nuevo. Es una fusión muy chida. Hay bandas estadounidenses que lo han venido haciendo. Nosotros desde los 90’s teníamos sección de metales. Octavio Espinoza (El Sopas) y Jorge Madrigal en el trombón, nunca usé trompeta porque es un sonido que no me gusta. Trombones y sax. Y entonces muere el Sopas, y aunque ya no estaban en la banda, pues ya no había chance de volver a incorporarlos. En ese momento ya habíamos grabado con violín algunas, y pues jalamos al “Cox” Gaitán, y justo con Leonel (Perez), que cuando termina Santa Sabina, se viene con nosotros el mero chelista de ellos, y logramos hacer ese ensamble de violín y chelo, con saxofón y trombón. Eso no te lo vas a encontrar en ningún lado. De entrada, dos cuerdas y dos metales, que de entrada es muy difícil. Hemos tratado de innovar y se pone muy chido. El Tri lo hacía desde “Niño Sin Amor”, y traemos nosotros violín y chelo, y tratamos de crear…
- RK: Pero pensado, diseñado, no es que tampoco se trate de meter instrumentos por meterlos, como ahora que todo resulta hacerse en versión sinfónica…
EH: Es que de entrada acá no es sinfónico. Son dos cuerdas y ya. No treinta que ni lucen. Que cada uno tenga su propia participación es de lo que se trata.
- RK: Un ensamble muy único para un músico que dicho por ti mismo, es “de barrio”. ¿Qué podrías decirles a esas bandas que también son “de barrio”, incipientes, y que están saliendo ahorita?
EH: PRINCIPALMENTE NOS HACEN FALTA LETRAS. Letras interesantes. La lírica es lo que no hay mucho. Y que perfeccionen su instrumento. No importa que sus canciones sean de un todo o dos tonos, háganlo perfecto. Sí busquen una melodía que le pueda llegar a la banda, pero sobre todo composición. Y para eso hay que vivir la calle. Observen. Empecé a componer a los 10 años pero era un observador desde los 9, y a la fecha. Hay que basar la música en lo que observan, en lo que están sintiendo. En la familia, en la cuadra, en la calle, en la colonia, en la ciudad.
- RK: Hacer crónica…
EH: La música hace crónica de la humanidad en cualquier punto que estés. “Platícame tu historia”…
- RK: ¿Se está perdiendo la importancia de la crónica? ¿De la palabra, de la letra?
EH: ¡Claro! Recuerda que hace cientos de años se llamaba juglares a los que decían las noticias, a los que platicaban cosas que sucedían en ese entorno. Claro, acá tampoco vamos a ser la prensa (risas), quién se murió, pero sí de ciertos sucesos, lo que se está viviendo y lo que se está sintiendo…
- RK: ¿Lo social?
EH: Claro, cuestiones sociales. Injusticia. Violencia familiar, alcoholismo. Yo le he escrito a todo eso. A la mujer de la calle, al perro tirado, la perra brava, y han sido retratos de la urbe, retratos citadinos que enfrascan pequeños momentos que vivimos en la ciudad…
- RK: Como en la canción de “Él no lo mató”… ¿cierto? A tantos años de haberla escrito, ¿es aún vigente que fue el medio, sus padres, sus amigos, la necesidad…?
EH: “… y sus ansias, ¿qué sé yo?” (Risas). Sí. Nosotros nunca hicimos un plan de mercado como los que hablábamos que hacían la disquera. Nunca pusimos unos pasos para ser famosos o para triunfar. Sin querer sembré canciones que iban a futuro. Canciones que aún hoy en día…
- RK: Funcionan…
EH: Sí, pero también hice como mi plan de retiro (Risas). Hay cierta plusvalía en las rolas porque afortunadamente pero desafortunadamente se siguen repitiendo. Somos una sociedad, una humanidad, un planeta que tendemos mucho a la repetición. Vamos 2 pasos adelante y 3 para atrás.
- RK: Cíclico…
EH: Exacto. Imagínate, sigue habiendo quema de brujas, y la humanidad tiene sus retrocesos. La historia de “Él no lo mató”, pasa aquí, en Argentina, en España, en Colombia y de ahí el éxito que tiene en otros lugares. “La Muñequita” sigue sucediendo. Entonces tienen vigencia de décadas. No son rolas que se van a morir conmigo, me sobrevivirán a mí, pero fue sin querer.
- RK: Y ese éxito que tienen, ¿se ve también en el trato con ustedes? O sigue el estigma también…
EH: Para nada. Vamos a EE.UU. y somos un grupo de rock mexicano. El Haragán de toda la vida. Eso es exclusivamente en México. Hemos ido a Argentina, Colombia, Ecuador, Canadá, y nos reciben como estrellas. No nos dan el mal trato, no son gandallas, son banda, y bandas con las que alternamos respetan tu trabajo.
- RK: Estrellas, pero fuera…
EH: Es que a lo mejor no somos estrellas de México, pero en Nueva York, para público de habla hispana, o en todos los estados de la Unión Americana, y en Sudamérica. No nos ven con ese estigma, para ellos no hay divisiones…
- RK: ¿Será un mejor público?
EH: Pues es que por ejemplo en Argentina me latió la banda de allá. No se andan con jaladitas de escuchar reggaetón ni cumbia chafa. Ellos son rockanroleros y público netamente rockero. Y no es que en México no lo haya, de hecho lo hay…
- RK: Y exigente, y en su caso, muy fiel…
EH: Muy fiel. Y que ha seguido el movimiento del Rock Mexicano que decíamos algo… Rockdrigo González, Jaime López, Briseño…
- RK: Betsy Pecannins…
EH: Pero por supuesto. Toda la bandota. Hay un dejo de nostalgia ahí, pero de alguna manera trascendimos, somos parte de la familia rockanrolera, y somos parte de su manera de vivir, de pensar y de su corazón…
- RK: Un estilo de vida…
EH: Es un estilo de vida, y te conocen. Conocen tu historia, de dónde vienes, y son los que nos acompañan siempre…
- RK: Como este próximo 19 de abril del 2020, en el AUDITORIO NACIONAL…
EH: Exacto, y que siempre nos acompañan a donde vamos durante estos 30 años…
- RK: Quizá el foro más importante de todos, pisado por algunos escogidos, y más por parte del Rock… ¿es debido a que hay una crisis en el Rock mexicano como algunos medios afirman?
EH: Yo creo que no. Crisis para ellos y para sus intereses. Pero el fenómeno del rock mundial ya es del siglo pasado y de este. Es clásico ya. Le veo una vigencia muy larga…
- RK: Larga vida al rockanrol…
EH: Claro, y sí hay modas como cuando en los 70’s introdujeron a los Bee Gees y bandas así…
- RK: Y a la música disco
EH: Es que después de la guerra de Vietnam querían apaciguar a los jóvenes, su voz, y el poder de la crítica. Y yo ahorita veo un movimiento similar de idiotez masiva.
- RK: Quizá más masiva que nunca…
EH: Porque con todos los medios que hay ahorita gracias al Internet, se riega como la pólvora, entonces lo único que entra son a veces bandas horribles, pero no de rock, sino banda, pues…
- RK: Sí, música banda, y narco-corridos y esto…
EH: Esas. Tocan horrible, de verdad horrible. Es increíble, pero estando yo en Seattle, prendí la tele a ver los canales de música, y sólo hay eso en “Música mexicana”, pero no es que diga horrible nada más, están desafinados, tocan mal. Lo mismo las bandas de reggaetón. Cierran la oportunidad, ahogan la voz del rock mundial. Y es un plan con maña para idiotizar a las masas.
- RK: ¿Hay un rock mundial?
EH: Claro. Hay un movimiento de rock mundial, de personas, de almas, que sabemos exactamente dónde estamos parados, sabemos para quién trabajamos, y sabemos lo que el sistema está haciendo de la gente, de la humanidad. Nos damos cuenta claramente. El rock no está bajando. Fuimos a ver a The Cure y había un lleno total. Lo mismo los Rolling Stones.
- RK: O será por ser mundiales e históricos…
EH: O es que siempre hay gente que le gusta la buena música. El mensaje. Porque el rock es rebeldía. Ese punto obviamente al sistema no le interesa ni lo quisiera. Pero con promoción o sin promoción, el rock está más fuerte que nunca. No va a morir. Otra cosa es que medios masivos y las productoras de festivales no tengan creatividad. Eso igual sí es una crisis…
- RK: El rock está vivo a pesar de eso…
EH: Claro, pero ese está en las calles. Tú vas a un bar de Blues en EE.UU. y están tocando blues y rock como se debe de tocar. El movimiento sigue. Hay bandas de toda América que están tocando muy bien, y son fieles a su canto, a sus ideales y tienen sus propias convicciones. Para mí más vale una canción que dure 50 años a una canción que muera contigo en tres semanas. Y te andan llenando el Foro Sol, pero hay una frase de eso: “POBRE DE AQUEL CANTOR QUE SU MÚSICA MUERA CON ÉL”.
- RK: Y sí… pobre…
EH: Es que hay música que sobrevive a su autor, y que construye y educa. Y es arte. En algún punto de tu carrera tienes qué plantearte, si vas por el varo, por ser famosillo, un rostrito de la televisión, o si realmente quieres hacer música, sin intereses, que le llegue al pueblo, y que sepas exactamente si estás trabajando para el dinero o para la mente de la gente.
- RK: Gente que a veces lo necesita mucho, como para derribar estigmas como el que les sucede a ustedes. ¿Es el mexicano el más racista con otros mexicanos? ¿Es el mexicano el que más estorba a otros mexicanos?
EH: Pues es que donde quiera. Eso es una condición humana, de envidia. Hay cosas muy chidas de México. Es un país valioso, lleno de tradiciones, lleno de cultura, lleno de música por todos lados, sin embargo, como todas las naciones tenemos nuestros defectos, pero no es la regla. Yo he conocido muchísima banda mexicana que está en otros países que se desvive por ti, quieren que te quedes en su casa y quieren darte todo. Echarte la mano. Y con eso se tiraría esa idea de que entre mexicanos nos echamos tierra. Esa parábola de las jaibas que no te dejan salir…
- RK: O los cangrejos…
EH: Exacto, pero también hay gente muy chida; yo he conocido gente valiosa aquí mismo en el país. En todos los ámbitos. Trabajadores, amas de casa, jóvenes, que le apuestan a la superación y a mejorar la condición del país. Yo creo que estamos en un México que resurge, que sale adelante…
- RK: ¿Y en qué otro México estamos también? Un cronista como tú, ¿Cómo ve también a nuestro México?
EH: Nuestro México de pronto parece que mejora, de pronto parece que va a cambiar. Los mismos gandallas y la misma gandallez siguen ahí, y entonces no se ve un cambio substancial también. Lo único que nos queda a todos los mexicanos es trabajar. Trabajar en unión y trabajar en metas comunes. No ser insensible a lo que está pasando en el país. Hay muchos problemas, son difíciles de resolver, pero más si son los mismos. Del 100% de los mexicanos, hay un 2% que tienen la riqueza y el poder y no lo van a soltar. He hecho muchos corajes en mi vida, hago muchos corajes actualmente…
- RK: ¿Por la situación?
EH: Por la situación y por varias cosas, pero estoy en una etapa que creo que también tengo que vivir mi vida porque el espacio que tenemos es muy corto. Los problemas van a seguir en 100 años y en 200. ¿Cómo los vamos a resolver? Ni en Cuba se resolvieron con la Revolución, ni en México tampoco con su Revolución. Es para que estuviéramos en mejor posición ahorita, y no se ha dado. Entonces sólo queda tirarle a vivir una vida feliz, lo mejor que se pueda y en el lugar que yo quiera, porque el planeta es mío. Es de todos.
- RK: Aunque no quieran, es de todos. Aunque seamos de Ecatepec.
EH: (Risas) ¡Ecatepunk! Por eso platicamos tan chido (risas)…
- RK: Y porque tanto tú desde la música, como nosotros desde la prensa, hay la responsabilidad de mostrar que este género no es para gente de segunda, para monosos…
EH: ¡Para marihuanos! (Risas).
- RK: Exacto, y que precisamente porque no hay gente de segunda, y porque merecemos también no tener un país de segunda, ¿qué le diría el Haragán al Presidente de México?
EH: Te puedo decir que todos tuvimos mucha esperanza. Con el PRI y los mismos se veían igual, pero los asesinatos y las desapariciones siguen. Yo sé que es difícil controlar todo esto, pero nada más le diría: Señor Presidente Andrés Manuel: Yo voté por usted. Y tuve influencia porque mi esposa también tenía esa convicción, y hasta a mis trabajadores les dije: “Van a votar por él, cabrones” (Risas). Juntamos fácil 10 que votamos por él, entonces, por favor, le pediría que no defraude la confianza que se le depositó. Que se vean acciones, todo lo que se platicó, todo lo que se prometió, que eche a andar el plan de gobierno y de justicia que el mexicano se merece. Que no defraude la confianza de todos los que creímos en ti, Andrés Manuel.
- RK: Y como para ponerle fondo musical a esta petición, y a este cierre, pero directo de lo que escucha Luis Álvarez “El Haragán”, el músico, ¿qué música escucha?
EH: Es que todo tiene que ver. Hoy en la mañana estaba escuchando a La Sonora Matancera, a Benny Moré, a Javier Solís siempre lo escucho y a Pedro Infante. Y me salió una expresión del alma; me dije: ¿QUÉ LE PASÓ A MÉXICO?
- RK: Muy fuerte la expresión…
EH: Es que, ¿qué nos pasó? Pérez Prado hizo su música aquí para el mundo entero. Vivió aquí y murió aquí. Benny Moré vino a grabar aquí y regresó triunfante aquí. Habíamos sido una plataforma increíble. Los grandes cómicos, Cantinflas, Tin Tán, toda la banda artística, ese florecimiento artístico de los 50’s, 60’s… ¿qué pasó con México? ¿Qué nos pasó? ¿Qué está sucediendo?
- RK: ¿Y qué está sucediendo?
EH: Todo se resume en educación. Si le das educación a un país en todos los sentidos; musical, académica, la calidad de vida y de pensamiento es mucho más elevada y puedes crear espíritus elevados, pero si no hay educación, si hay imposición, ¿hacia dónde vas? La respuesta sería educación… en todos los sentidos.
¡LARGA VIDA AL HARAGÁN!
¡…Y prepárense para celebrar sus 30 años en el Auditorio Nacional!