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Por: Verónica de la Mora
El dreampop en Latinoamérica no sería lo mismo sin Índigo, banda originaria de Perú que con el paso de los años ha cimentado un sonido único en el que guitarras rítmicas junto a diversas capas y texturas, donde sintetizadores, baterías discretas hasta llegar a vocales pérdidas consiguen recrear atmósferas ensoñadoras e inmersivas.
Tras una espera de cuatro años desde su último álbum Bipolar (2017), el grupo liderado por Darko Saric presenta su tercer placa discográfica con Mar, un material que nos lleva por un viaje sonoro en el que la nostalgia y melancolía guían el recorrido sin dejar atrás aquellos momentos de luz con aires esperanzadores.
Desde el año pasado, el grupo dejó clara la línea estética y conceptual de este disco en sencillos como «Contramarea» y «Bajo el Sol», en los que encontraron esa conexión entre el mar y las emociones humanas, que tienen en común ese lazo infinito de posibilidades de paz, furia, melancolía y miles de emociones que «rompen» como olas contra la costa.
Con un material y una fuerte relación entre la fuerza del mar y la infinidad de posibilidades con la psique humana, Índigo presenta su tercer álbum: Mar.
