Después del desastre que fue el 2016 para el rock, el 2017 no tiene mejor cara. el Hip Hop le sigue comiendo terreno al rock y ya es bastante notorio. Una de sus ventajas es que sus iconos aún son «jóvenes», sus ídolos no llegan ni a los cincuenta. Jay Z, Nas, Eminem o RZA que son de esos que ya se hicieron su lugar en la historia de la música, no sólo del género y están a la mitad de sus cuarenta en promedio.
Los rockstar tienen un panorama más sombrío, como si el ’16 solo fuera un aviso, algo que sigue el ciclo de la vida. La mayoría de ellos viven tiempo comprado, Ozzy es alguien que debe ser donado a la ciencia para ser estudiado, alguien con su tren de vida llegar a los 68 años es una verdadera odisea.
Los Rolling Stones tienen 70 años en promedio, Paul ya se le nota y todos los que siguieron tras ellos… pues, no tienen un mejor panorama. El fin los va alcanzando.
En la listas de popularidad no es muy diferente, si vemos el Billboard Albums de 2016, la presencia de rock es escasa y no está en las mejores posiciones (a menos que alguien se le ocurriera que Twenty One Pilots para efectos de este artículo es Rock… pero la verdad no).
Coldplay en el 13, tampoco es que sea una banda que identifiques con la etiqueta. Tal vez el OST de Suicide Squad en el 20, o Panic! At the Disco en el 23. Tenemos que ir hasta el 43 para encontrar a Disturbed… con un disco que sacaron en la segunda mitad del 2015.
Después del año pasado, reaparecen discos de Prince y Bowie… por debajo de personas como Charlie Puth o Meghan Trainor que es de lo peorcito que el pop nos puede ofrecer. Del Hip Hop Fetty Wap o Future. Todavía es entendible si aparecieran atrás de Beyoncé o Kendrick Lamar, de los mejores exponentes de su género.
Por si no fuera suficiente, el rock pierde terreno frente al él mismo. Otro de los álbumes que pasan del 50, sigue 1, The Beatles en su semana 104, Metallica de Metallica en su semana 390 o el Journey Greatest Hits en su semana 411. Solo hay tres discos que salieron en el 2016 en esta lista: David Bowie, Red Hot Chili Peppers y Radiohead, todas bandas consagradas hace años.
En línea no ha sido mejor, ya sabemos que Drake y Justin Bieber son los reyes de Spotify y ni siquiera esta eso a discusión, falta ver este enlace donde están las canciones más escuchas en la historia de Spotify, también, esta plataforma nos dice por qué Drake es el artista más escuchado de todos los tiempo.
Para colmo, lo que faltaba, en los festivales el rock ya fue rebasado y ahora estos eventos son de música universal. Ya está el nuevo cartel de Coachella (con UN mexicano) y los headliners son: Radiohead, Beyoncé y Kendrick Lamar.
Tampoco es algo contra el Hip Hop, Coachella siempre ha tenido varios géneros, ya mencionamos que los que están hasta arriba en el cartel son unos genios pero siempre era notorio cual iba por delante. En la primera edición, The Chemical Brothers compartieron escenario con el headliner Beck, Morrissey, Perry Farrel y A Perfect Circle.
También Gucci Mane, ese que se tatuó un helado en la cara, y que sus habilidades en el micrófono son más bien deficientes es un second tier en el cartel del festival.
Por lo que todo esto, tenemos una luz que se vislumbra al final del túnel, otra vez está anidando en el underground, como cuando empezó a escalar y era ruido, era contestatario, era social y representaba algo.
Cuando era real esa pelea con el stablishment y el status quo, al que buscaba sublevar al pelear contra el sistema, tal vez es el momento para dejar todo este rock facilito y complaciente. El rock vuelve a su lugar de nacimiento.