Últimamente parece que las bandas se encuentran en una lucha interminable para reinventarse en cada disco que producen, pues constantemente nos muestran nuevos sonidos con la esperanza de encontrar su esencia lo más pronto posible.

Sin embargo, Travis parece ser la excepción y es que después de dos décadas de trayectoria la banda liderada por Fran Healy tiene ya un sello musical definido y lo demuestra con cada álbum que la banda nos regala.

Everything at Once es la decimoprimera producción de la banda británica. El disco tiene la misma formula que sus predecesores: Canciones melosas con guitarras suaves que hacen conjunto con la voz melodiosa de Fran Healy y el sonido cálido de la banda. La pieza es una mezcla de ritmos que son igual de coloridos que la portada que lo adorna.

Piezas musicales como “Radio Song” “All The Places” y “3 Miles high” son las que dan el toque emotivo y melancólico, con baladas dulces y letras emotivas a las que Travis nos tiene tan acostumbrados.

Por otro lado, “What Will Come”  “Strangers in a Train” y “Magnificent Time” son más enérgicas, himnos optimistas en toda su extensión  que mantienen su ritmo de principio a fin. “Paralysed” e “Idlewild” son las rolas que tienen más fuerza en todo el disco con un sonido más rock y una potencia vocal más alta a comparación de otras canciones como “Animals” y “Everything at Once”, que a pesar de estar cargadas de energía, mantienen ese toque de balada característico de la banda.

Everything At Once es un álbum que no sigue un ritmo en particular, pues la manera en la que están distribuidos los 10 tracks que lo conforman hacen que no sea homogéneo y los altibajos sonoros predominen en toda la producción. Dicen por ahí que si algo funciona no lo cambies y al parecer los integrantes de Travis son fieles creyentes de eso pues nos ofrecen un disco que a pesar de no tener un sonido nuevo no es malo, pero tampoco es un disco que se destaque de los demás sin embargo, con todo eso sigue siendo del gusto de los fans.