Fotogrfía destacada: Facebook Oficial La Isla Centeno
Por: Monserrath Pérez
Existe un momento entre la tarde y la noche donde los colores atraviesan las miradas con el fin de ornar el cielo; “Me gusta decir que hacemos música para atardeceres”, dice María Centeno, mientras platica sobre La Isla Centeno, un proyecto que, en sus palabras, está lleno de recuerdos, nostalgia e historia. “Es música que está hecha con elementos muy orgánicos”.
Cuando la carretera es testigo de un viaje a la playa es el momento para escuchar nuestra música, piensa María. “Las canciones nos fueron llevando a tener este escenario, de una isla lejana, un lugar donde definitivamente hay mar y hay naturaleza».
La historia de María y Lito de la Isla está conformada por Miocarditis (2019), un álbum que antecede a su su próximo material:
“Los Náufragos”
“Decidimos ponerle así al disco porque nos gustaba la idea de La Isla Centeno y Los Náufragos. De hecho, empezamos a decirle a nuestra banda, a los músicos con quienes tocamos, Los Náufragos, porque nos gusta mucho esta idea de que La Isla Centeno más que una banda es un lugar. Cada canción es un náufrago, es como si las canciones que escribimos hubieran naufragado en La Isla Centeno. Entonces ahora forman parte del disco”.
A tal grado fue su fascinación por el nombre del álbum que presentarán el próximo 24 de octubre, que el título estuvo listo antes de empezar a escribir el material.
“Guárdalo» es el nombre del último sencillo que presenta la banda. La canción relata el desamor y es en el «momento en que te das cuenta, de que estás con alguien, que nunca te va a poder querer como tú quieres”.
«Queríamos hacer una canción que fuera melancólica, y que de alguna forma fuera sencilla, pero que la gente pudiera conectar fácilmente».
Un día llega Lito y le comenta a María que quería hacer una pieza más experimental. Entonces crean “Guárdalo”, una pista que es diferente a sus otras canciones, ya que por lo regular son «juguetonas» y «coloridas».
“Tratamos de que la armonía, por ejemplo, fuera lo más sencilla posible y de agregar elementos que fueran hipnóticos. Es bastante repetitiva la canción y queríamos mantenerla en ese universo medio onírico. Queríamos que la música se sintiera como una especie de mantra, como algo que se repite y se repite, pero que nunca termina por cansarte”.
La sencillez
“En los sonidos tiene que ver con usar los elementos que necesitas. Estar muy atento a ver qué es lo que realmente necesita la canción para transmitir el mensaje y todo lo demás borrarlo. Prácticamente, los elementos son la guitarra y las voces, de repente salen otros sonidos que ayudan a fortalecer ciertas partes, pero son muy pocos, están muy cuidados, salen en momentos muy precisos”, concluye María.