Fotos: Emilio Sandoval
Si hay una forma de catalogar a Jenny Lewis en El Plaza Condesa es una velada íntima, agradecida, romántica y poderosa gracias a la voz tan flexible con la que cuenta la artista. Dos horas que sirvieron para hacernos una magistral presentación de On The Line, su más reciente disco. Te compartimos un poco de los momentos que vivimos con ella y su peculiar estilo sobre el escenario.
“867-5309 / Jenny” de Tommy Tutone sirvió como antesala para que la banda de la artista tomara posiciones y así fue como Jenny Lewis se apoderó del teclado que estaba al centro del escenario para deleitarnos con “Heads Gonna Roll” y “Wasted Youth”, dos de sus canciones más queridas y sirviéndonos para introducirnos en el mood romántico que sería esta noche.
Ya entrada en confianza y toda sonriente, se paró del banquillo y comenzó a bailar; podemos decir que junto a su traje retro de lentejuelas y sus pantalones acampanados nos transportó a otra época donde su voz era el alguacil. Nos dejó encantados con “Head Underwater”, “Happy”, The Voyager”, “Do Si Do” y “She’s Not Me”, modulando su voz a su gusto y sin esfuerzo, dirigiendo a su banda como si fuera una orquesta y jugando con un pandero de luces de colores.
Sin más tomó su guitarra azul y “Redbull & Hennessey”, uno de sus grandes éxitos encendió los ánimos para dar paso a “Just On The Guys” y “Silver Lining”, este último tema original de su ex-banda Rilo Kiley; fue muy impresionante como fans de aquella agrupación sentían un cariño especial y cierto nivel de nostalgia, tanto fue el rush que el Plaza se llenó de globos rosas y azules, el momento cumbre de la noche.
Luego de “Little White Drove” y “Born Secular”, Jenny tomó un teléfono y simulando hablar con alguien interpretó “On The Line” de una forma tan romántica que nos erizó la piel. “With Arms Outstretched”, también de Rilo Kiley, provocó que lo único que iluminara El Plaza y el traje de la cantante fueran los flash de los teléfonos, unos minutos tan íntimos que dejó cantar a todos. Antes de ir a su merecido descanso “Fernando” nos hizo enloquecer pues entre tanto grito, la artista no podía aguantar su emoción y detuvo por un largo minuto el concierto hasta que pudo continuar.
Regresó a su piano con “Dogwood” y “Party Clown”, consecutivas así como en On The Line. “I Never” y “And Tongue or Rabbit Fur Coat” fueron el cierre perfecto, para la primera todos formaron un coro para acompañarla y la segunda totalmente sola terminó su concierto… ¡Vaya tono y manejo de voz que posee! podríamos decir que es incluso hechizante en vivo.
Con un “Gracias, see you next time” se despidió de su público que mostraba una sonrisa por haber vivido una noche con la artista. Por el momento esperemos que vengan nuevos proyectos para la cantante y que siga visitando nuestro país porque estaremos esperando para vivir la experiencia llamada Jenny Lewis.
