Foto destacada: Facebook Oficial de la Banda
Por: Verónica de la Mora
En el ocaso de la ancestral México-Tenochtitlán, entre el frenesí, el latir y lo impredecible que puede llegar a ser Ciudad Neza, se alzan los tambores, la energía y sobretodo el rock mexica de los “hijos del sol”, mejor conocidos como Los Cogelones.
Tomando el “rock experimental mexica” como fundamento y la definición ideal para describir la serie de elementos que integran su música, Los Cogelones nos abren la puerta a una combinación auténtica de sonidos en los que se encuentran el lado místico de los instrumentos tradicionales como el huehuetl, flautas de barro y el ayacaztli así como la furia del punk rock, en la que cada canción hace reavivar el amor junto al compromiso con las culturas y tradiciones de sus ancestros.
El grupo conformado por cinco hermanos en la Colonia del Sol en Neza comenzó su camino en 2008, en el que, a lo largo de 12 años han vivido una serie de cambios que los llevarían hasta 2020 a lanzar su primer material discográfico: Hijos del Sol.
Con influencias de bandas como: Led Zeppelin, Dead Kennedys, Jaguares, Radiohead, Los Fabulosos Cadillacs, y más por mencionar, sentimos esta referencia a los sonidos clásicos del rock que encuentran su punto de inflexión y una renovación interesante a partir de la cosmología mexica que no se limita a la música, incluso el grupo en shows en vivo aparece con la cara pintada como un digno guerrero azteca.
Desde el primer riff en “Danza del Sol” hasta el rugir de cada uno de los instrumentos, en conjunto con los coros que citan pasajes de sus raíces y del acontecer actual, nos adentramos a un recorrido único en el que cada canción es una historia diferente, ofreciéndonos una gran variedad sonora desde un rock clásico en “Nubes Grises”, aullidos de trompetas con letras en náhuatl en “Mexica” hasta la crítica de la represión policiaca en “Hijos de Puta”.
Encontrar bandas con un sonido que en realidad sea “auténtico” es un reto constante, y en Los Cogelones tenemos un sonido que no es ajeno a lo que hemos escuchado antes pero en su reinvención nos dan un toque único que logran erizarnos la piel y recordar que en las entrañas del asfalto de la Ciudad de México se encuentra el espíritu de un imperio antiguo como el Mexica.
