Tenemos la bonita costumbre de escuchar un sin fin de música que nos enriquece y alegra la vida con una o varias melodías. La música proviene de bandas o solistas que al paso del tiempo se convierten en portavoces de aquellos que callan. Algunos llevan mensajes de paz, otros mensajes políticos y otros sólo se dedican a llevar su música de región en región.
Todos ya sabemos que hoy es un día crucial en el mundo y estamos conscientes que lo que pase con nuestro vecino del norte en los próximos días también marcará nuestro panorama.
Como lo mencionábamos arriba, hay quienes hacen un discurso político en cada show e incluso en algunas canciones, pero, ¿esto influye a la hora votar? Desde mi perspectiva, NO influye, ni tantito y menos en un caso tan especifico como el de Trump.
Allá en el norte hay quien se envuelve en la bandera y son capaces de votar por alguien que en el papel es similar a nuestro H. Presidente Enriquito “México no paga el muro” Peña Nieto y digo similares, no por el hecho de que tengan el mismo varo, poder o personalidad, sino que se andan dando un cerrón en nivel de pendejez.
Aunque también hay quien es un poco más pensante e igual de nacionalista y votaría por Hillary Trump, bautizada así por nuestro querido representante del ejecutivo, —ojo, no quiere decir que Hillary es la elección ideal, es la menos peor— y se sentiría menos mal al ejecutar su voto.
Y aquí es donde entra mi argumento del porque NO influyen los músicos en estos temas, en USA no están muy acostumbrados a seguir a la borregada, es decir, no porque Trump pierda habrá un plantón afuera de la Casa Blanca y el magnate declarándose presidente legítimo. Y si Bob Dylan dijera que Trump es un pendejazo y que no votaran por él, la perrada le aplaudiría y gritarían en ese momento, porque dijo, tal vez, lo que muchos piensan, pero no cambiaría la perspectiva de que es un pendejazo y de que por tal motivo la banda NO va a votar por él, ¿me explico?
Ahora, acá somos tan borregos que nos pasamos todo el puto año diciendo que #NosFaltan43 pero de repente llega Roger Waters al Zócalo ¡GRATIS! y se nos olvida la causa social por la cual tuiteamos o marchamos durante los últimos 365 días o más, pero no vemos más allá de eso y de que eso es un acto orquestado por las esferas del poder, muajajaja.
En el marco escénico, si Saúl Hernández, perdón Dylan por la comparación, dice que ChingaTuMadrePeñaNieto, todos le aplauden, le mientan mil veces la madre al Sr. Presidente y ahí quedó todo, porque aunque nos diga que no votemos por Margarita Zavala o Manuel Velasco y que, sí lo hagamos por nuestro cabecita de algodón AMLO, ¿esto neta influye? En México ya no, porque neta nadie cometería la pendejada de votar por tercera vez por este ser, un ser que dice tener la mano limpia, pero por detrás esconde la otra mano atascada de mierda.
Vivimos un panorama gris, que, aunque todos los músicos mexicanos se unieran contra Mumm-Ra neta no le ganarían y no porque el discurso no convenga, es porque hay cosas que están fuera de nuestro nivel; hay personas con mucho más poder que controlan éste y otros países.
Hay quien podría decir: –Pero los himnos musicales que denotan protesta, ¿esos no cuentan o qué? – La respuesta es: cuentan como protesta pero no determinan el resultado de una votación, tanto aquí como en USA, lo que determina es que la gente salga a votar, cómo esperamos que la democracia gane cuando ni siquiera el 90% de tu población ejecuta su voto. ¡NO MAMEN!
Si no sales a votar por eso hay tarjetas de Soriana o quien compra los votos que la gente no ejecuta. Sí, está de la verga y la música no es la solución, ni los músicos cambiarán el mundo, pero de lo que sí estoy seguro es de que nos harán una estancia más placentera y feliz en el Planeta Eskoria.