Gracias a los servicios de streaming que actualmente miles de personas alrededor del mundo ocupan cotidianamente, la industria musical ha logrado sacar la cabeza del agua. Por más de dos décadas este delito abusó terriblemente de este sector ocasionándole pérdidas millonarias.

Según La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por su sigla en inglés), la piratería en el ámbito musical abarca varios ramos, “el uso tradicional del contenido musical como la utilización no autorizada de dicho material en redes de comunicación en línea , el “bootlegging” (grabación o reproducción ilícitas de una interpretación en directo o radiodifundida) y la falsificación (copia ilícita del soporte físico, las etiquetas, el diseño y el embalaje) son los tipos más comunes de piratería tradicional en la esfera musical”.

La versión preliminar de un informe semestral de la Recording Industry Association of America indicó que el gasto minorista en música grabada en Estados Unidos creció cerca de 8.1% y ascendió a 3,400 millones de dólares en el primer semestre de 2016. Las ventas de CD o la descarga del disco completo de tu banda favorita siguen cayendo de manera estrepitosa.

Estas cifras revelan que las personas están gastando su dinero en escuchar canciones en línea, en lugar de adquirir los formatos físicos de la música. Con todos estos datos esperanzadores, se podría pensar que la piratería ya no está afectando de manera directa a la música. No obstante, los astutos siempre buscan maneras de salirse con la suya.

Para el caso de México, según el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C y la America Chamber of Commerce of México, se estima que en nuestro país perdería aproximadamente 43,000 millones de pesos a consecuencia de la distribución ilegal y copias no autorizadas.

La solución para que este sector viera la luz al final del túnel estaba en internet, sin embargo, al entrar a este medio se puede encontrar con una evolución de la piratería tradicional.

Dadas las comodidades que existen en este momento para escuchar todo tipo de música, la industria musical se encuentra con un nuevo desafío de manera online, el llamado stream ripping,

El proceso consiste en convertir la música en línea al formato MP3 a través de las diferentes aplicaciones que existen al alcance de las personas y programas diseñados para copiar las obras de los artistas, según indicó la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI).

Según datos dados a conocer por la IFPI, 49% de los usuarios entre los 16 y 24 años informó que durante los últimos seis meses practicó el stream ripping. Cifra que se incrementó en 9%, con respecto al año pasado.

Sin ninguna duda el streaming ha revolucionado la industria de la música con servicios como Spotify o Apple Music, sin embargo, disfrutar de las canciones de tus artistas favoritos sin escuchar los anuncios publicitarios entre canción, o no pagar por una suscripción mensual es algo que miles de personas desearían y la puerta fácil es la piratería. Ésa que será parte de la historia de la música hasta el fin de los tiempos.