Por Juan Carlos García // @jc_gardera
¡Por fin!, después de siete años del Sigue (2012) y una pausa que a varios nos tenía con el Jesús en la boca, llegó el cuarto álbum de Bengala: Laberinto.
Fue el pasado mes de octubre cuando en redes de Bengala apareció un video de ocho segundos con una imagen de una fecha a un futuro muy próximo y el audio que decía “…Déjala ir…”, coro del primer sencillo de este nuevo álbum… ¿se dan cuenta? pasaron 10 meses desde que nos presentaron “Déjala ir” hasta la publicación del disco completo. Al día de hoy ya nos dejaron ir (¡plop!) cuatro sencillos: “Déjala ir”, “Enloquecer”,”Cuarto del fondo” y ”Un millón de estrellas”
“Laberinto” fue producido por Camilo Froideval en Topetitud Estudio en la Ciudad de México, mezclado por Sacha Triujeque y masterizado por Brian Lucey; consta de siete canciones que, en suma, no pasa de la media hora.
Si usted, estimado lector, es de de los que dicen “chaleeee, ya no se oyen igual” cada que una banda estrena disco, entonces este álbum le gustará. Bengala ha tenido una evolución en su estilo muy paulatina que solo es perceptible si se comparan los extremos, podemos asegurar que el estilo tan particular de Bengala persiste en “Laberinto”.
“Laberinto” es disfrutable de principio a fin, si bien no contiene una pieza que nos sorprenda, cada canción tiene la calidad de ser hit.
“Un millón de estrellas”, canción con la que abre el álbum nos ofrece, a mi interpretación, una tarjeta de presentación de esta etapa de la banda al regresar después de una pausa de cuatro años:
Tengo un millon de estrellas
Para darnos cuerda
Para regalarnos
Un mejor destino
Un nuevo camino
Donde llueven perlas
Donde reverdece todo
Si es bueno o no el disco dependerá de cada uno de nosotros, de nuestro consumo común de música, lo que esperábamos después tanto tiempo y nuestros gustos. Lo dejo en tus manos.