Ayer, la cantante cubana presentó su nueva placa discográfica Los muertos también traen flores, aunque fue una pedida de mano lo que en realidad se llevó el show, además de varios invitados y mucho sentimentalismo que abundan el concierto.

Josean Log fue el encargado de abrir el concierto y a pesar de tener una presentación algo corta, sirvió para calentar los ánimos del público quienes estaban dispuestos a darle todo su amor y apoyo a Leiden durante la presentación de su nuevo disco

Antes de interpretar “Te di mis ojos”, Leiden invitó a un chico a que subiera al escenario. Éste le había pedido ayuda para darle una sorpresa a su novia. Creo que todos en el público sabíamos lo que se aproximaba, incluso me atrevo a decir que la misma novia lo intuyó. Un gran ramo de rosas rojas aparece en los brazos del sujeto, quien le dice a su pareja que era una sorpresa por su cumpleaños y le confiesa lo feliz que es a su lado. A mi alrededor sólo puedo escuchar murmullos, aplausos, varios “aaaw” y algunos sollozos (me incluyo). Él se arrodilla, le pide matrimonio y después de un “sí” los dos se funden en un beso.

La noche tuvo otros momentos sentimentales, por el ejemplo cuando dedicó a su madre “María revuelta”, uno de los temas favoritos de la interprete, pensado en su progenitora Teresa y a quién agradeció el espíritu guerrero que le inculcó. La atmósfera del lugar aportaba al sentimentalismo. Flores adornaban el escenario y los músicos de Leiden completaban la imagen

El recital también contó grandes invitados como la hip hopera Tania Nava en el tema “Calles de papel”, quien le brindó un toque a la canción con su beatbxeo, y la jazzista mexicana Ingrid Beaujean con “Al mar”, fue una de las «interpretaciones celestiales» que nos brindó Leiden en toda la noche

Sonaron piezas como “Por reírnos” y “Labios abiertos”, canción inspirada en el mal momento que vive el mundo con tantas guerras y cosas negativas que lo afectan. Cada canción iba acompañada de una anécdota o un brindis por parte de la cantante. “Hojas de cristal”, “Turbio el corazón”, “Anhelé”, “Un dibujo en el cielo”, “Cuando soñaba” sonaron entre un gran entusiasmo de Leiden y mucha calidez por parte del público.

Para cerrar la noche, la banda dejó el escenario para que la interprete tocara “Tonada de Luna Llena”, bajo una luz tenue con un ukeléle en la mano y una voz entrecortada. En la velada de ayer en el Lunario, los muertos dejaron las flores que Leiden les ayudó a conseguir, pero también trajeron consigo una historia de amor y una nueva etapa en la vida de la cantante cubana.