Love of Lesbian han creado todo un circuito de fans inolvidables y así como sus fans, los conciertos que ofrecen en cada lugar que pisan son eminentes, únicos y que se plasman en tinta y papel mental.
Love of Lesbian presentaron este año El Poeta Halley, disco que hizo que la CDMX fuera el lugar perfecto para arrancar la gira para presenta a Halley en cada lugar que pudiese aterrizar. Cuatro conciertos, uno en Monterrey, uno en Guadalajara y dos en la Ciudad de México, en esta última en el Teatro Metropólitan.
Un escenario sobrio, con una gran cantidad de luces -por que déjenme decirles que trajeron a un ingeniero de luces tremendo-, y los instrumentos alineados en un ritmo de constelación que encajaba perfecta con la noche.
Uno a uno fueron saliendo para que dieran inicio a una noche eterna. El frontman con mayor presencia: Santi Balmes, hizo acto de presencia con un sombrero similar al de los magos que hacen aplaudir a un teatro completo. «Cuando no me ves» fue la carta de presentación y es ahí cuando pudimos ver que nadie se quedó sentado, pues todos estábamos esperando a que Halley saliera de esa nave que lo trajo a tierras mexicanas.
Las canciones seguían sonando pero no más que los gritos de euforía y energía de cada persona que acudió al concierto. «Allí donde solíamos gritar», «Bajo el volcán», «1999» fueron canciones de sus otros disco de estudio pero que por el simple hecho de soltar una nota, la mente viaja rápidamente y descubre cuál canción es.
El momento melancólico y solitario llega a escena cuando suena «Mi primera combustión», canción que suena mejor con una guitarra acústica y la voz desgarradora de Santi, «La niña imantada» sale de la guitarra y con ella aparece un coro enorme en el teatro.
«Segundo asalto», «La noche eterna» y «Contraespionaje» salen en el repertorio de la banda. «Los males pasajeros» es de las canciones que apenas incluyeron en su setlist de la gira, por lo cual solo la han tocado tres veces y paran la canción para volver a afinar y entrar a tiempo en la melodía. En cuanto sonó «Oniria e Insomnia», resultó perfecta, ya que logró abstraer todos los sentimientos del reencuentro de la banda con sus fans mexicanos en una gran noche azul, pero, al mismo tiempo era la canción con la cual aparentemente, se despedían,
El público no paraba de gritar: «Otra, otra, otra», las luces seguían apagadas pero no las ilusiones de que volvieran a salir a tocar más. Después de unos minutos, la banda regresó al escenario para tocar «Psiconautas», una canción que dura más de 10 minutos pero que no aburre.
«I.M.T», «EL Yin y el Yen», fueron las canciones que al ser del nuevo disco, sonaron y retumbaron en el Teatro Metropólitan. Fue el momento de abrirle la puerta a «Incendios de nieve», una pequeña balada que empapa el corazón de amor.
«Algunas Plantas», «Club de Fans de John Boy», fueron las canciones con las cuales se dieron a conocer en un mayor contexto y que fueron coreadas de principio a final. La banda agradeció de manera crucial y abandonaron de nuevo el escenario, pero el público más embocinado que antes gritaba «Otra, otra, otra», como si fuese el fin del mundo.
Pero la banda de Barcelona, España, regresó para tocar las últimas dos canciones: «El Poeta Halley» y «Planeador»: Como es costumbre, en cada concierto, Santi, besa a alguno de los miembros de la banda, haciendo un bromance que deja boquiabierto a todo aquel que confía en su heterosexualidad; el ganador fue Joan Ramón Planell, bajista de la banda.
«Planeador» fue la canción con la cual se despidieron, sin embargo prometen regresar a México, por que según ellos, el público mexicano es sin duda su mayor impresión, su mayor visión y su mejor aliado en la carrera de la banda.
Setlist:
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Oniria e Insomnia
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Algunas plantas
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Club de fans de John Boy
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El poeta Halley
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Planeador