Español hablamos, y precisamente por ello tendríamos qué voltear seguido hacia quienes, en tan maravillosa lengua, han creado canciones ya hace décadas, pero que siguen haciéndolo, y precisamente por ello hablamos con Mikel Erentxun, pilar de un pilar como lo fue Duncan Dhu, que se presentará el 17 de febrero en El Plaza Condesa.

RK | Dices en este regreso que, y cito: «las canciones mueren pronto, pero éstas no», ¿por qué éstas no?

ME: Pues porque vivimos en una época de consumo rápido, los chavales escuchan la radio o una canción en el teléfono, se la bajan, y ya está. A mí me gusta hacer discos atemporales, que duren, mucho más clásicos, grabados como se grababan antes, en analógico, preparados para escuchar en vinilos si es posible. Que mi música tenga otro peso y otro pozo, sobre todo que dure un poco más. Cuesta mucho trabajo hacer un disco y es muy triste que al mes ya se olvidaron y a hacer otra cosa.

RK |  Estoy de acuerdo, y creo que esto tiene qué ver con el proceder de los medios contemporáneos e incluso de los premios, porque por ejemplo, “El hombre sin sombra” está nominado al Grammy® latino. “Corazones” ya había estado también, e incluso tu anterior banda, pero ¿qué opinas tú de los premios Grammy®?

ME: Sinceramente yo nunca pensé que me nominaran a un premio Grammy® y ya fui nominado a 2 y de la misma categoría. Es un reconocimiento y más estar ahí junto a gente tan consagrada, viniendo yo de un mundo mucho más alternativo para mí ya es un gran premio. Estuve en Las Vegas, en la ceremonia y me sentía como un bicho raro, había muy poco rock, había reggaetón y otros géneros musicales muy alejados a lo que hago yo, y me preguntaba: ¿qué hago yo aquí?, pero alguien se acordó de mí y bueno, eso prueba que los premios Grammy® también miran un poco más allá aunque sea difícil que una producción como la mía le gane a gente tan importante como fue primero Maná (yo: chale) y luego Juanes (yo: doble chale) que son los que han ganado esas nominaciones. Pero para mí, estar nominado ya es un premio.

 

RK | Qué respetuoso con el evento, te lo aplaudo, pero haría una un poco más profunda: ¿Qué opinas de esa separación entre premios Grammy® y Grammy latino®?

ME:  Pues no me parece ni bien ni mal. De hecho, la primera vez que me nominaron fue con Duncan Dhu hace como 25 años. No había Grammy latino®, y bueno, tampoco ganamos (risas), sólo estuvimos en la alfombra roja, pero la música latina tiene un peso específico gigantesco igual que la música anglosajona, y en todo caso los premios están muy bien pero el mejor premio es el del público, el de la gente que va a tu concierto. 

RK |  Y ya que mencionas a la gente, y al paso del tiempo, te pregunto: ¿hay menos rock hoy en día?
ME: Hay muy pero muy poco rock. 

RK | ¿Por qué?

ME: Pues no lo sé, será la época, los movimientos y lo que se toca ahora mismo. Por lo menos en España va cambiando la radio porque entra ya todo lo mundial y casi toda es música urbana, reggaetón y todo ese tipo, y hay muy poco, muy poco rock. Es una pena. Hay cositas, está BUNBURY que está muy bien, y siempre hay alguna cosa, pero son minoritarias desafortunadamente. 

 

RK | Quizá tenga que ver con lo que dices, y cito, que: “Este disco no se adscribe a ningún género sino a la belleza”. ¿Qué es entonces la belleza?

ME:  Es que yo soy muy malo poniendo etiquetas. Yo creo que EL HOMBRE SIN SOMBRA es un disco que navega entre el rock y el pop y tal, pero tampoco está muy definido, pero creo que lo más importante es hacer buenos discos, buenas canciones, y ya está, no de qué genero son. Este es un disco que tiene mucha carga emocional, mucha intensidad tanto por las letras como por su música. Es un disco que requiere de cierta sensibilidad para escucharlo.

RK | Un fiel retrato de tus gustos musicales, has dicho, y entonces: ¿Cuáles son esos gustos musicales? ¿Qué escuchas tú?

ME: Casi todo lo que oigo tienen un aroma muy clásico, empezando con los clásicos de verdad. Podría ser Bob Dylan, los Beatles, cosas así. Y en nuestro idioma, como te he dicho, a Bunbury que es uno de mis artistas de cabecera, a Calamaro, a Ferreiro, un poquito eso.

RK |  Ya que mencionas a Dylan: ¿merecido su premio Nobel®?

ME:  Totalmente merecido; es el poeta del siglo XX. Pocos escritores, pocos poetas con la influencia que ha tenido Bob Dylan, que es gigantesca y va más allá de la música y ha servido para que la Academia que estaba un poco forzada a cosas un poco tradicionales también se abra un poquito y me parece maravilloso. Yo soy súper fan de Dylan, y me alegré mucho de su nominación y me alegré mucho de que lo recogiese, porque parecía que no iba a recoger su premio (risas). 

RK |  Y es que Dylan estaba en el campo de la música, pero también en el de la lírica, y por ello se le ha premiado. ¿Cómo concibes tú este matrimonio entre lírica y música?

ME: Para mí es un matrimonio totalmente equilibrado. En mi caso, la lírica y la música van de la mano y tienen su espacio a 50%. Dylan quizá tuvo épocas en la lírica era más importante que la música, como LEONARD COHEN, como LOU REED, y eso fue una revolución. En mi caso yo trato de que tengan la misma proporción, cosa que no ocurre (risas), pero bueno, tú oyes la radio y las letras son infames, algunas hasta da escozor escucharlas. 

RK |  … y es que algunas son hasta ofensivas, pero entonces, ya que yo no puedo dar mi opinión, pido la tuya sobre esta polémica sobre el reggaetón, y sobre toda letra que a veces no es sólo insultante sino hasta quizá peligrosa: ¿Consideras que son dañinas las letras denigrantes, o que reflejan odio, o más bien es sólo música y no hay que tomarlo tan en serio?

ME: Hombre, deberíamos no tomarlo demasiado en serio, pero realmente el reggaetón tiene letras terribles, de muy pero muy mal gusto. A mí es un género musical que me gusta pero nada más, no me interesa nada, porque sobre todo empieza como lo mencionas, por las letras, y de verdad son terribles.

RK | Muy de acuerdo, pero entonces, a esta generación de millenials, o a cualquiera que tenga menos edad que nosotros (risas), ¿cómo podría presentarles, por ejemplo, a Duncan Dhu? ¿Cómo los definirías?

ME: Bueno, Duncan Dhu era un grupo de los 80’s que quizá su mayor virtud era hacer buenas canciones, que lo fundamental era cuidar muchísimo la melodía de la canción, el uso de guitarras acústicas, con sonido más bien de rocanrol acústico en sus armonías. Eran quizá canciones de guitarra básicamente, pero también un poco a contracorriente porque en los 80’s había un uso masivo de baterías electrónicas, y nosotros optamos por sonidos más acústicos y era lo que nos separaba del mundo y nos hacía un poco especiales.

 

RK |  Y ahora, la importante, sigo siendo un joven de 16, 17, 18 años, y quiero presentar ahora la música de Mikel Erentxun, ¿qué le digo?

ME:  Pues es que es el mismo, porque efectivamente mi música me define a mí. Si me quisiera definir como persona te diría: escucha mis discos y vas a saber cómo soy. Si me quieres definir como músico es más difícil, pero yo creo que mis canciones hablan por mí y eso ya dice bastante porque mi música es muy honesta, soy muy honesto conmigo, soy muy transparente. Si tienes mis discos sabes lo que pienso y cómo pienso y eso es lo importante en un artista. 

RK | Y este artista, por azares del destino, dio su primer grito (al nacer) en Venezuela. Entonces, infiero que habrá algún nexo: ¿qué podrías decirnos sobre esa tierra?

ME: Pues que lamentablemente están viviendo una ausencia de libertad y eso es muy muy triste. Yo nací ahí de una manera accidental porque mis padres fueron ahí a trabajar. No tengo ninguna relación con el país y no he vivido nunca  allí, pero desde España se sigue muy de cerca todo lo que ocurre en Venezuela y es muy triste.

RK | Y, ¿sobre México? ¿Alguna palabra?

ME: Hombre, yo le tengo una gratitud enorme a México. Fue el primer país en el que tuve éxitos fuera de España y más gratitud porque me abrió las puertas al resto de América. Para mí México siempre ha sido la puerta de América y es mi segundo mercado y es mi segunda casa.

RK |  Y que lo siga siendo, porque creo que nos falta un poco de rock y de letras, que eran nuestras únicas tablas para asirnos…

ME: Sí que lo son, pero lo seguirán siendo.