Luego de una breve demora, El Imperial se fue llenando. Poco a poco el lugar congregaba a amigos cercanos y fanáticos fieles de las andanzas musicales de Fernando Rivera Calderón. La evolución y postura actual del proyecto musical más prometedor que ha engendrado es Monocordio, desde hace algún tiempo conformado como un (power) trío.

Luego de un primer álbum que lleva por título Pájaros y Cuchillos, una extraña dicotomía, José María y Alonso Arreola tiñieron a Monocordio de una rudeza poco vista en la trayectoria del proyecto. Para propios y extraños esta faceta era necesaria pero parece que a veces es difícil poder desprenderse del pasado completamente. La velada fue fugaz, tanto como el rasgueo de la guitarra, el golpeteo virtuoso e inclemente del bajo y una estridencia en la batería. Puede que no se necesite más.

Aquí las imágenes de lo sucedido: