Re- significar los objetos es un trabajo que los hombres hacemos muy bien, darle una proyección alterna a las situaciones para continuar con la evolución del pensamiento humano, el mejor ejemplo de ello se dio este 4 de junio, en la Plaza México, donde se celebró el PachamamaFest, por lo derechos de la madre tierra, donde la plaza de Toros, se convirtió en la Plaza de Todos.
El escenario en el centro, ahí donde se derrama sangre taurina, el público espectador en las gradas, y un grupo selecto frente a la tarima, un planeta tierra dibujado en la arena con pétalos de rosa, el aroma a copal, y los rezos de gente vestida de manta y penachos alrededor de la platea, algo surrealista.
- Fuego
Las llamas de la evolución del hombre, que no sólo daban calor a las pieles humanas y los alimentos, sino expandió la luz en la obscuridad y pintó en el horizonte la guía para los pasos de la humanidad. En el PachamaFest, las nubes cubren el sol, y los rezos inician, el mundo hecho de pétalos en el centro del lugar, y alrededor círculos de gente vestida de mantas con cantos de amor a la tierra, una Ceremonia Xicome.
Los colores de las flamas no siempre son rojas, algunas son azules, y así vestida de aquél color, Moyenei toma el escenario, su piel morena y los ojos grandes hipnotizan a los pocos espectadores que hay, su vestido largo y su postura impecable dan parte de la bienvenida al festival por los derechos de la tierra.
Chucho Merchan, el bogotano, con una simple guitarra y su voz, se convierte en la fogata que alimenta de calor al público, interpreta una canción que lo describe como persona, “Vegano Bakano”, y habla de la importancia de cerrar lugares como en donde se encuentra parado, las plazas de toros, del amor y respeto a los animales.
- Aire
Lo que respiramos y que alimenta la vida, también guía de los perdidos en el mar, resopla en las veletas y nos lleva a otros lugares, las melenas que mueve en la Plaza de México, mueve la energía en las limpias que hacen algunas personas en el centro, soplar el humo del copal en el cuerpo y liberarse de lo negativo.
Venado Azul, el grupo Huichol, su vestimenta pulcra trae la esencia del viento en sus instrumentos, y en la voz, un clásico de los músicos “Cusinela”, el público baila, canta brinca, se mueve al ritmo de las cuerdas, y la gente vuelta loca, pasa a otro nivel cuando el más pequeño de la agrupación toma el micrófono, llamado Venadito, a su muy corta edad, lleva en su interpretación un aire de melancolía y felicidad, una gratitud recién llegada de la sierra de San Luis Potosí.
- Agua
Los ríos, los lagos y los mares, donde fluye todo: minerales, animales y plantas, ya sea de las montañas o de los cielos, el agua es el signo de vida. Todos los ríos deberían evocar al mar, pero ahora llegan muertos o simplemente se pierden en su camino. El liquido que limpia el mundo y el cuerpo de quienes queremos la purificación del alma.
La lluvia amenaza el recinto, pero sólo las brizas humedecen y refrescan a los presentes mientras el grupo Colombiano Choc Quib Town, integrado por Goyo, Tostao y Slow llegan con su Hip Hop, las manos arriba es una fiesta realmente y de pronto cantan “Cuando te veo”, la locura en pieles caribeñas crean una ceremonia al amor.
“Oye ese cumbión” desde Monterey, el rey la cumbia Colombiana, Celso Piña, se hace presente y pone a bailar a todos con “Cumbia sobre el río, todos bailando a su ritmo, algunas parejas lucen sus pasos románticamente, y los corazones rotos cantan al ritmo de “Aunque no sea conmigo “ toda la plaza al unísno “Por tu felicidad a costa de la mía”.
Lo que todos esperan, el re-encuentro de Aterciopelados, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, psicodélico vestuario, el inicio de su gira Reluciente, rechinante, ateriopelado. Los bogotanos inician con «Baracunatana», y la gente entra en frenesí, una lluvia de éxitos y la única canción inédita, “Re” melodía dedicada a la banda Café Tacvba, al disco del mismo nombre, y sube Rubén Albarrán , agradeciendo por el gran homenaje.
- Tierra
El mundo, la existencia, la gravedad, el alimento, la tierra todo lo que sostiene la existencia humana, da alimento, da pasión, amor y pensamiento, la pachamama: la mujer de la isla y el hombre de las montañas emergen del mundo para dar vida a sus hijos: los humanos.
Un tabaco para todos, de la obscuridad el hombre de blanco con melena negra, agradeciendo a los presentes y a los organizadores, una sonrisa sincera, Rubén Albarran inicia junto a Hoppo, el sitar y la batería, un discurso a favor de la paz y el amor, e invita al público a subir al escenario para bailar todos juntos, WakanTanka, una palabra originaria de las lenguas Siux, que significa el gran maestro, es decir la energía sagrada que se encuentra en todo, menciona el vocalista de Café Tacvba.
“Venimos desde Monterrey sólo para tocar aquí, como tenemos poco tiempo vamos a empezar y que suena como suene”, Cano y Tony Hernández motivados inician con El Gran Silencio, y las melodías empiezan: “Con tus ojos tan plenos, despiertos, Con tu corazón lleno y radiante, Alucinante, tan lleno de amor…La vida. La vida. La vida, que es la vida, En tratar de entenderla, se nos va la propia vida, Tan simple y tan fuerte, tan llanamente suerte, Lo que acontece, preparación de la muerte”
La gente eufórica baila, y corea, y el mayor éxito de la banda “El chuntaro Style” y lo gritos, las melenas y los pieza toman un ritmo peculiar, toda va tan rápido y tan emocionante que de pronto, se bajan del escenario, únicamente cinco canciones de El Gran Silencio, y la gente vocifera “otra, otra”, parece que el tiempo se ha comido el festival, dejando al público con mas ganas de PachamamFest.