Llegué bien temprano a La Bipo San Ángel por dos razones: la primera, no sé calcular tiempos y la segunda por fin iba a ver a Lng/SHT en vivo. Muchos conocidos me contaron que se rifó cañón en el Vive, que en Pa’l Norte no tuvo madre, pero no estaba conforme con eso, tenía que comprobarlo yo misma.
Como llegué bien temprano, todavía me eché unas chelas y una botana porque mi cuerpo ya no puede vivir únicamente de cerveza como cuando tenía 18 años. Eran las 8pm y yo ya estaba dentro del bar con algunos meseros y la banda que estaba vendiendo las playeras. Veía cómo pasaban los minutos y me pregunté “¿Qué onda, por qué no hay más personas? Me caga llegar temprano”.
Lo que no sabía es que ya había gente afuera del lugar haciendo fila y hasta donde mi miopía me permitió ver, ésta ya era muy muy larga. Cerca de las ocho y media la banda entró y se empezó a llenar La Bipo, cuando digo llenar es porque en realidad el bar estaba hasta la madre, menos en el segundo piso, ahí sí había lugar porque ya saben: “VIP goeee”.
Me dijeron que todo iniciaría cerca de las 10 pm –¿Qué iba hacer durante todo este tiempo? ¿Embriagarme? Sí, tal vez- y que abriría GXN UVE, un nuevo MC mexicano originario de Playa del Carmen, la neta esto me alegró porque me urge que la gente sepa que se están haciendo muy buenas cosas lejos de Tijuana, Monterrey, Guadalajara o la CDMX.
Total, no empezó a la hora que me dijeron sino que se retrasó por varios minutos, los suficientes para tomarme otra cerveza y hacer enojar a la mesera que me intenseó por ocupar una mesa a la que al parecer no tenía derecho porque no compré una botella.
La presentación de GNX UVE fue muy breve pero resultó ideal para ponernos en mood y con ganas de disfrutar la noche con más hip hop y sobre todo de conocer más de sus beats catárticos y perfectos para el corazón roto de un sad boy.
Les juro que sí llegó -después de tres horas-.
Ya era casi media noche cuando Gastón y Cat Scratcho se apoderaron del escenario de La Bipo. En el bar no cabía ni un alma más, los asistentes estaban ansiosos por ver “al Lng/SHT” y yo buscaba un lugar en el que pudiera disfrutar del concierto a pesar de medir 1.53, créanme, fue un reto.
Así empezó a sonar el hip hop. Gastón entró y saludó a todos, mencionó un poco la presentación que tuvo en el Vive Latino y que estaba de la verga haber tocado tan poco tiempo pero que esta noche iba ser sin restricciones -de tiempo-.
El concierto pintaba para ponerse muy chido salvo una maldita cosa: el escenario. Si han ido a La Bipo San Ángel saben a qué me refiero; el stage está situado justo arriba y no puedes experimentar tan fácil esa sensación de cercanía que se supone debes tener al ir a un bar para ver tocar a alguien y que si eres enanx -como yo- pues se corre el riesgo de sufrir tortícolis al día siguiente -como yo-.
Un beat conocido sonó e inició la noche, a todos nos explotó algo dentro -la tacha-. «Del corazón al tintero, galaxia cero, del corazón al tintero, galaxia cero», las manos arriba, la candencia sincronizada de los cuerpos y las voces unidas coreaban «Caballeros del Sábado por la Noche», justo en ese momento supe que «quería ir a casa en zig zag como un caballero».
Cuando sonó el «El Club de los 27» todos enloquecieron -yo también- porque sin duda es una de las más conocidas de Lng/SHT, digo por esa canción lo conocí y me enganché. Escucharla en vivo me recordó lo que es disfrutar con todos los sentidos una canción con la que te identificas tanto.
Lo que más me latió fue la interacción de Gastón y Cat Scratcho con el público ya que fue constante y cercana pese al asunto del escenario -perdón pero no voy a estar en paz con eso nunca-. La noche seguía su curso y el tiempo iba muy rápido y el hip hop seguía. «Muchacha I» y Muchacha II», «Haciendo Dagas» y «El Punk Rock Arruinó mi Vida» sonaron en el transcurso del concierto.
Tras una brevísima pausa, Lng/SHT apareció para hacer lo que estuvimos esperando toda la noche, se bajó a la combi-barra que decora y sirve tragos a quienes asisten a La Bipo, para tocar algunas canciones más, desde ahí escuchamos «Llaves, Teléfono y Cartera» y «Fresa».
Comprobé que el tiempo se pasa en chinga cuando te la pasas bien -la neta hace mucho no lo hacía- aunque me quedé con la «espinita» de volver a toparlos en un concierto, no como reportera sino como fanfromhell, porque aunque no lo crean, la música se vive de una forma MUY diferente cuando es por deber.
Para mí la noche de hip hop terminó ahí, mucha banda se quedó al DJ set -que no dudo se puso igual de bueno-, pero tenía partir porque no todo se puede en esta vida, mucho menos cuando ya se te bajó la peda, se te acabó el dinero y Lng/SHT aún no se ha robado a tu perro.
