Con apenas dos producciones discográficas, Little Jesus logró establecerse como una de las agrupaciones favoritas del público mexicano, con lo que llegaron rápidamente a tocar en los escenarios y festivales más importantes del país. Ya con esa prueba más que superada, este 2019, Santiago Casillas (vocalista / guitarrista), Truco Sánchez (batería), Fernando Bueno (guitarra), Arturo Vázquez (teclados) y Carlos Medina (bajo) estrenaron su tercer álbum de estudio bajo el nombre de Disco de Oro, y aunque el nombre parece ambicioso, en definitiva el trabajo está a ese nivel.

“Los Años Maravillosos” emprende el viaje de los 11 temas que componen Disco de Oro. Si la nostalgia no hubiera sido el sello de un tema nombrado así, estaríamos muy decepcionados. En poco más de cuatro minutos, la música dominada por guitarras acompañan a una melódica voz que revive en sus letras los mejores momentos que alguien pudo haber pasado en su vida, pero visto -o sentido- como algo de lleno de felicidad y no desde una triste añoranza.

Más movido y en colaboración con Girl Ultra, llega “Fuera de Lugar”, un tema con tintes funky que te provoca bailar al ritmo del desamor de la letra: “Era muy tonto cuando yo te conocí / Quería comerme el mundo y eso te incluía a ti”, cantan Mariana de Miguel y Santiago Casillas en un acoplamiento estupendo que los hace parecer parte del mismo proyecto musical. Uno de los mejores temas de esta nueva producción.

Como desprendida de “Strawberry Fields Forever” de The Beatles, comienza “Los Ángeles, California”, en la que un teclado difuminado y la voz de Santiago dominan durante poco más de un minuto, para después dar paso a un estallido de guitarra que ayuda a incluir al resto de los instrumentos. La energía aumenta tan rápido y con tan perfecta armonía que cuesta creer que la sencilla melodía del principio de convirtió en una especie de electro-rock.

“Un Plan Espectacular” parece ser la segunda parte de “Los Años Maravillosos”, ya que comparten en gran medida el estilo musical y la temática de amor por los buenos o malos tiempos. Un track para saborear de nuevo tus mejores momentos de la adolescencia, en esos en los que ibas a ver tocar a Los Románticos de Zacatecas, como refiere la canción.

Un poco urbano-reggaetonero el asunto, “Volver Al Futuro” llega con una base rítmica sencilla y repetitiva que en cuatro minutos y medio provoca mover la pierna aunque moderadamente. Para continuar con las referencias cinematográficas, Little Jesus ofrece “Duro de Matar” con un estilo un tanto new wave. A diferencia de la incertidumbre o confusión amorosa del track anterior, en éste encontramos una dura carta de seguridad: “Estás en mi película / tú sabes si te vas a la mitad o al final / Y ya no entiendes nada / Tú ya no entiendes nada”.

“Disco de Oro”, pieza que le da nombre al álbum, es en cierta medida la síntesis temática de esta producción. A través de teclados animosos y líricas sencillas, la banda presenta una canción para entender el pasado como una parte que nos impulsó hacia un presente que todavía puede ser igual o mejor. “¿Cómo sé si la  mejor época de mi vida ya pasó?”, se cuestiona y nos hace cuestionarnos Little Jesus.

Atentando contra sí misma, la banda nos invita a dejar todo y decir “Ahí Te Ves”, un tema que habla sobre esos instantes en los que uno sólo sabe que lo único que quiere es desconectarse del mundo y escuchar Radiohead. Con el mismo objetivo de invitar a no pensar y relajarse, llega el breve instrumental de “Cine Permanencia Voluntaria”.

Con una guitarra acústica por frente, y en general un sonido más natural que el resto de las canciones, “Gracias Por Nada” es un tema de ritmo feliz pero con una letra golpeadora: “Todo es mejor gracias a esa época horrible / Todo es mejor gracias a ti”, canta Santiago, quien al mismo tiempo no esconde la felicidad que también vivió en esos tiempos.

Little Jesus escogió el corte más brutal para cerrar su Disco de Oro. Letra, melodía y voz, todo lo que compone “En Otro Planeta” está dotado de enorme tristeza. Un gran acierto fue dejarla al final, ya que muestra notable diferencia al ritmo dominante de todo el álbum, pero al mismo tiempo no había mejor sonido para concluir este tercera producción que con la cachetada que representa un “nunca nos vamos a volver a ver a los ojos sin sentir raro”.