Fotos: Cortesía José Jorge Carreón / OCESA
Por segunda ocasión, la banda capitalina logró un sold out en el Teatro Metropólitan, esta vez con motivo del cierre de su gira Fuerza Ancestral.
La noche fue mágica de inicio a fin y además pudimos disfrutar de varios invitados sorpresas a lo largo del show.
Alrededor de las 9 de la noche, Christian Jean y Pablo Cantú salieron al escenario en compañía de sus músicos, con mucha emoción desbordad y con muchas ganas de dar lo mejor a sus fans.
«Revivir» fue la elegida para comenzar con este viaje, siendo además de unas las canciones de su primer álbum, el cual los catapultó a grandes escenarios.
La segunda canción en sonar fue «Ríos», su más reciente sencillo, con el que pudimos notar un poco de la evolución que la banda ha tenido a lo largo de estos años.
Mientras que «Remi» y «Lejos» hicieron una combinación perfecta para disfrutar del Reyno actual.
Uno de los momentos favoritos del público fue la interpretación de «No me dejes», pues la mayoría no paraba de cantar y gritar de alegría.
Christian y Pablo demostraban su gran talento y a pesar de las dificultades técnicas que podrían implicar en algunas ocasiones, cambiaban de instrumentos; de la batería a la guitarra o al bajo y hasta al piano.
Una de las grandes sorpresas de la noche fue Jay de la Cueva, quien acompañó a los músicos para tocar «Blanco y negro», y al finalizar la canción, el baterista de Fobia agradeció la invitación y se fue entre aplausos.
El segundo invitado se trato nada más y nada menos que de Bibi Marín, integrante de Reik, quien acompañó a sus amigos para interpretar «Dualidad», momentos en el que el público enloqueció de emoción.
Hubo una pequeña pausa en la que Christian invitó a todos los fans a cantarle las mañanitas a Pablo, por su cumpleaños y él no cabía en la alegría ver un Metropólitan repleto cantándole en este día tan especial.
Otra de los invitados de la noche fue Ángel Mosqueda de Zoé, a quien presentaron como uno de sus grandes maestros y con el que hicieron un pequeño tributo a Gustavo Cerati con la rola «Puente».
Quizá el momento más melancólico de la noche y que provocó más de una lágrima fue la interpretación de «Me voy», en una versión más lenta con orquesta, mientras Christian cantaba y Pablo dirigía a los músicos.
Adán Jodorowsky fue otro de los grandes invitados de la noche quien en compañía de su guitarra tocó los acordes de «Me desprendo».
Vaya que el dúo nos regaló una noche para recordar toda la vida y ya para finalizar nos regalaron «Me desprendo» y «Amarrado», canción con la que se dio cierre a esta gira; ahora sólo esperamos más sorpresas por parte de Reyno, pues es casi seguro que nos seguirán regalando grandes momentos.