El termino «indie» en la música, ha sido un poco complicado para ponerle etiqueta y saber específicamente qué es. Al principio parecía que era algo que tenía que ver con el sonido, pero al día de hoy, parece mucho más sencillo. Si no tiene el apoyo monetario de alguien más, es indie. Esos grandes patrocinios o a lo mejor esos patrocinios, sin importar el tamaño.
En la música esto se ha vuelto vital, porque permite focalizar los esfuerzos en la música, que es lo que verdaderamente debería de importar. Es demasiado demandante preocuparse por el dinero y además hacer lo que se tiene que hacer con el dinero.
La música per se, tuvo un auge con Internet. Hizo más fácil su distribución e incluso crearla se volvió más sencillo. Al mismo tiempo, esto resultó contraproducente, porque se masificó la música y hacía falta algo más para sobresalir en el nuevo mar de música indie, que sale prácticamente todos los días.
Por eso, entra en juego los festivales, que se han convertido también en escaparates para darse a conocer, para llegar a un nuevo público y este es un esfuerzo que requiere de todavía más dinero. La pura logística de juntar a cinco bandas puede ser todo caos, dejando a un lado lo monetario.
Cuando hay un festival indie parece ser un logro todavía más notorio, que una banda. ¿Cómo hacer todo eso sin esa gran ayuda externa? Y fue lo que nos comentaron los que armaron el Forever Alone. Ese festival que será el 18 de febrero.
Que si es algo que nace meramente por amor al arte, por amor a la música. Empezando por el género, que es una de las ventajas de hacer este tipo de festivales. Un genero que aparentemente no tiene mucho rotación mainstream y mucho menos un lugar en los festivales convencionales.
Post Rock y Math Rock no tienen lugar en las grandes arenas, pero la fortuna de esto, quedó perfecto para crear otra atmósfera diferente a la acostumbrada. Algo que se aprovechó para darle una imagen al festival, las atmósferas, donde la letras en las canciones son casi inexistentes, crean casi en su mayoría un ambiente algo melancólico, más introspectivo.
Que es otra de las razones para hacer un festival así. Los fans no serán las masas de los festivales que duran tres días con cientos de escenarios, pero estos fans son verdaderos. Nadie va por decir que fue. Un mal que se ha desarrollado como plaga en esos, más allá del genero. Fans comprometidos, de esos que le gastan en la mercancía, algo que suena increíblemente banal, pero fundamental para sostener un show así, o incluso bandas.
Por eso, la comparación que hicieron en la plática se ve tan acertada. Hacer un festival, es prácticamente lo mismo que tener una banda. Desde la idea, la imagen, la promoción y sobre todo el tiempo. El esfuerzo y el dinero que se le dedica sin saber si verás un reembolso de regreso. Esto es un festival que es una apuesta todavía más grande.
Pagarle a una banda internacional, es más caro que producir un disco para una banda nueva, ya no digamos pagarle a dos. Hay veces que compramos los boletos, pero dejamos de lado todo lo que hay que hacer, para poder armar el show que se quiere ver.
Sin mencionar todo el esfuerzo mexicano, que se conjunta con el cartel, dándole un lugar notorio a las bandas mexicanas, para que puedan compartir escenario con esos que ya tienen más camino recorrido y que ya saben de lo que se trata.
Forever Alone tal vez sea el título incorrecto para el festival —porque más que todos seamos Rafita— al final, todos sentiremos lo mismo y será algo lejano a la soledad.
Falta el cartel final, pero la imagen que tenía era muy grande para wordpress