Platicamos con la actriz, modelo y músico Suki Waterhouse sobre su álbum debut I Can’t Let Go y de cómo superó sus inseguridades en el proceso.
Su primer tour
El día anterior a nuestra plática, Suki Waterhouse había llegado a Nueva York para presentarse en Radio City y dar inicio a una semana ardua de shows y entrevistas que parecen no acabar. Sin embargo la emoción es más grande que el cansancio, pues este es el primer tour que hace en su vida; después del debut de su primer disco I Can’t Let Go en abril de este año. “Estoy muy emocionada, he estado pensando en esto por meses y meses y finalmente estoy aquí”.
Este tour no lo hace sola, sino que es parte del show completo de Father John Misty de quien ha aprendido incontables cosas; desde su forma de trabajo hasta la calidad de sus shows. “Fue enorme ir de shows de 300 o máximo 500 personas a algunos de hasta 6,000 personas. Ahora estoy preocupada por cómo será todo cuando esto termine; este es el escape de la realidad más bonita que he tenido y he sido capaz de conectar con las personas a través de mi música, es algo muy muy especial”.
I Can’t Let Go
I Can’t Let Go es el primer disco de Suki y representa una etapa nueva y diferente en su vida. Nos cuenta que el nacimiento de este disco se remonta a 10 años atrás, pues la música no era exactamente la idea que tenía para su vida. “Era casi como una parte secreta de mi vida, digo, mis amigos más cercanos lo sabían pero no quería que fuera público”.
El secretismo que había alrededor de su parte musical venía mucho de la inseguridad que sentía sobre sí misma. “Me sentía muy pequeña, poco confiada de lo que estaba haciendo, entonces hacía solo una canción por año”. Aún así, siempre que podía estaba en su estudio, escribiendo canciones o tratando de conocer personas nuevas con quienes trabajar; siempre como un proyecto que se desviaba de lo que ella pensaba que era su trayectoria de vida; aún así no se lo podía sacar de la cabeza.
Confía en el proceso…
“Al final me di cuenta de que le puse años y miles de horas a este disco, pero sobre todo al viaje de verme a mí misma primero como alguien increíblemente tímida y con miedo al rechazo a sentir la urgencia de terminar y sacar este disco”.
Fue un proceso muy lento el ganar confianza en sí misma. Después de 10 años, sintió que era el momento ideal para sacar I Can’t Let Go porque de no hacerlo, se iba a convertir en un peso eterno en su corazón.
El disco pasó a ser un objeto físico y un recordatorio de todo lo que vivió en esos 10 años. Tantos momentos, personas y eventos que se tejieron entre las canciones que perfeccionaba y complementaba. Ahora que los escucha nuevamente, se da cuenta de qué ha superado y qué no.
Suki Waterhouse y Brad Cook
Cuando decidió hacer este disco realidad, sabía que estaba muy nerviosa de tener una producción muy grande. “No quería que pensaran que quería ser una estrella pop, así de mal estaba mi inseguridad”. Pensaba que tenía que tener estándares bajos y una producción pequeña porque no se sentía con el derecho de tener algo mejor.
No obstante, fue en ese tiempo donde escuchaba día y noche varias canciones de Hiss Golden Messenger. “Hubo una canción que escuché una y otra vez hasta que me detuve a ver quién la produjo y vi que era Brad Cook”. Por medio de su amigo Dave Sitek de TV on the Radio se puso en contacto con Brad con quien platicó largo y tendido sobre “Fruits of my Labor” de Lucinda Williams.
“Ni siquiera estaba segura de que Brad me conociera y mucho menos que quisiera trabajar conmigo, pero hablamos tanto de “Fruits of my Labor” que al final decidimos tomar un salto de fé y trabajar juntos. Es un ser humano hermoso, enorme pero gracioso y amable, así como un líder natural al que no quieres impresionar, sino darle lo mejor de ti de una manera natural y relajada”.
Aunque te tome 10 años
Suki Waterhouse es un ejemplo de cómo la inseguridad afecta a todos. Ella es modelo y actriz, sabe lo que es estar frente a cámaras y como parecer 100% segura sobre una pasarela. Aún así, el miedo que sentía al empezar su carrera musical era enorme. “No puedo decirte cuantas cosas en mi vida no han ido como yo esperaba, y no es como que haya cambiado todo ahora. Siempre hay montañas frente a ti que tienes que superar”.
El consejo que se dio a ella, y el que nos da a todos y todas nosotras es mantener una imagen de ti misma que sea mucho más grande que los problemas individuales. “Las cosas van a doler muchas veces, vamos a recibir golpes, y algunas noticias van a recibirse mejor que otras, pero tienes que pensar que esa única cosa no determina la imagen completa. Piensa en que te estás dirigiendo a algo mucho más grande, como yo pensando ahora en mi segundo disco”.
Al final, la opinión que tú tengas sobre ti misma tiene que ser constante y saber que lo externo no te va a afectar si no lo dejas. No pienses tanto en cómo te ven los demás sino en cómo te ves tú y cómo te quieres ver después. Por ahora Suki seguirá aprendiendo cómo es estar de tour, cantando las canciones que le recuerdan a sus pasados 10 años y enfrentándose a nuevos retos; pero ahora con la seguridad de saber que si ya pudo hacerlo una vez, puede hacerlo de nuevo. Así que, si hay algo que aprenderle es eso, la seguridad en uno mismo se hace, aunque te tome 10 años.