Estamos a unas horas de que se anuncien los nominados a los premios que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas otorga cada año; mejor conocido como los Oscars. Una vez más, el panorama es favorecedor para los realizadores mexicanos pues Guillermo del Toro es un candidato innegable con su más reciente cinta The Shape of Water.
Lejos del cálido (y merecido) reconocimiento al director y guionista, este largometraje trajo consigo composiciones originales que le valieron a su creador, Alexandre Desplat, entre otros premios, el Globo de Oro a la Mejor Banda Sonora; premio al que ha sido nominado nueve veces anteriores y ha ganado en 2007 por Al otro lado del mundo (The painted Veil). Aunque no es raro que esta sea una composición por la que sea nominado a los Oscars, puede que esta sea la segunda vez que alce la estatuilla dorada (la primera fue en 2014 por The Grand Budapest Hotel, dirigida por Wes Anderson).
Lo que pone en la mesa un tema interesante: el jazz está presente y los compositores contemporáneos lo toman en cuenta. Aunque me duele no poder incluir grandes composiciones como la de Taxi Driver, compuesta por Bernard Herrman, me da gusto ver que se recurre a este género para concebir las historias actualmente contadas en el cine, por lo menos en estos últimos 10 años.
The shape of water – Alexandre Desplat
Si bien el tema principal lleva el nombre de la película, el más claro caso (y mejor logrado) es la pieza «You’ll Never Know», interpretada por Renée Fleming, aunque no es una canción original (hay distintas versiones grabadas desde 1943), el arreglo propuesto por Desplat es magnífico, nostálgico y brillante. Recomiendo encarecidamente la versión alternativa, cuenta con un solo de piano y contrabajo bien ejecutado:
La la land – Justin Hurwitz
En 2017, la cinta que detentó por unos minutos el premio de Mejor Película tuvo como principal motor este género: recordemos que Sebastian (interpretado por Ryan Gosling) era un pianista formado y devoto al jazz. Aunque hay pocas canciones que no corresponden a este género, como el tema principal «City of Stars», hay otras muy bien logradas como «Herman’s Habit», donde se encuentran referentes innegables al cool jazz y, por supuesto, al bebop muy al estilo de Charlie Parker o John Coltrane:
Birdman – Antonio Sánchez
Para 2015, la cinta que se llevó la mayoría de los premios de la Academia, incluido Mejor Película y Mejor Dirección, obra de Alejandro González Iñárritu, se basó de tracks improvisados por el baterista Antonio Sánchez. A este músico lo hemos escuchado, además, compartiendo escenario con Alex Mercado, así como en la grabación del álbum del pianista Symbiosis. Es, sin duda, uno de los más importantes músicos que rescata el jazz mexicano.
Whiplash – Justin Hurwitz
Para esta ocasión, Hurwitz fue llamado para musicalizar una cinta donde el jazz es la vida y tortura de los personajes. La fuerza y rudeza son una metáfora que se utiliza seguido en estas piezas, quizá para simbolizar la ardua disciplina a la que se somete Andrew Neiman (protagonizado por Miles Teller); y así ser el mejor baterista de la banda de Terence Fletcher (J.K. Simmons).