El pasado miércoles 25 de agosto pudimos presenciar una noche llena de energía y rock con Moderatto, pues Jay de la Cueva y compañía hicieron uso del escenario puesto en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez para hacer de las suyas.

Todo empezó con una banda llamada Wiplash, quienes tuvieron la oportunidad de abrir el evento con una buena recepción del público y mostrándose agradecidos por poder estar ahí. Incluso, para sorpresa de todos los asistentes, en algún momento tocaron «Yonaguni», canción del popular reggaetonero Bad Bunny en una versión poco convencional.

Unos minutos después Moderatto salió al escenario, no sin antes presentar en las pantallas videos de fanáticos de la banda tocando sus canciones más populares en distintos instrumentos, pudimos ver guitarras, baterías e incluso teclados interpretando distintas rolas para luego dar paso a la primera canción de la noche «No podrás», cover de Cristian Castro fue la canción que abrió el show, entre gritos y aplausos.

Luego, la banda interpretó «Isabel», «Chavo de onda», «Sentimettal» y «Entrégate», cuando comenzó una muy leve lluvia que hizo recitar a Jay de la Cueva un «San Isidro Labrador quita el agua y pon el Sol» para espantarla y así poder continuar con el show.

Posteriormente, luego de interpretar «Si mi delito es rockear» Elohim Corona, se chutó un solo de batería que tenía a todos emocionados y entre gritos y aplausos comenzó la siguiente canción «Zodiaco», mientras el vocalista lucía sus extravagantes vestuarios, como un abrigo con animal print que lo cubrían muy bien del frío de la noche lluviosa.

El concierto continuó con otro cover, nada raro en esta banda, el cual fue «De mí enamórate» de la cantante Daniela Romo, mientras todo el público coreaba, Jay de la Cueva pidió al público su participación para alumbrar con la lámpara de los celulares haciendo que se viera una lluvia de luces que se veía increíble con la oscuridad de la noche.

Continuó la noche con el siguiente bloque de canciones, «Mil demonios», «Amor prohibido» de Selena y «Muriendo lento», la cual fue de las más coreadas. Luego el cantante anunció que seguía el himno de la infidelidad y se trataba de «Ya lo veía venir», que la banda interpretó con una energía muy peculiar, hasta el punto en que la banda tuvo varios invitados procedentes del público que tocaron la canción en guitarra y batería para finalmente regalar uno de los instrumentos a una afortunada chica.

Para terminar este bloque, subieron otros dos invitados muy especiales al escenario, unos pequeños niños que interpretaron emocionados «Quemándome de amor», entre los ya característicos fuegos artificiales que acompañan esta rola, y ya terminada la canción la banda abandonó el escenario haciendo creer a todos que era el fin de la noche, pero en realidad salieron de nuevo para cantar «Autos, moda y rock&roll», presentar a los integrantes de la banda y hacer un pequeño festejo para Adrián Toussaint, pues esa noche era su cumpleaños.

El evento concluyó con broche de oro con el vocalista agradeciendo la presencia del público y, claro, interpretando la última canción que fue «Gracias».

Fotos e imagen destcada: Cortesía OCESA/ Lulú Urdapilleta