Por: Adonis Espinosa
En definitiva, una gran noche en el Lunario del Auditorio Nacional gracias a de Big Band Fest, interpretada por Xalapa Jazz Orquestra, dirigida por el gran maestro y compositor Tonatiuh Vázquez, asegurándonos que por primera vez, escucharíamos piezas de la Big Band Count Basie Orquestra y Thad Jones, que jamás se habían interpretado en México, por lo que aseguraba una noche fantástica y así fue.
Desde que ingresaron al escenario el púbico los recibió con un gran aplauso, luego cada quien tomó su lugar y empezó la magia con “Spring Song” de Pete Mcguinness, que al instante en que sonó el primer compas atrapó a la gente con esos pasajes tan suaves y versátiles, creando un ambiente relajado haciendo que fuera un goce para los oídos.
Luego llegó la hora de “Cute” de Neal Hefti en donde nos demostraron el gran ritmo y sincronización que poseen, haciendo que al mismo tiempo la gente disfrutara mucho mejor la comida y la buena compañía.
Después que el maestro Tonatiuh nos dio una charla sobre Thad Jones y de la Big Band Coutn Basie para poder empezar a interpretar “HRH” del mismo Jones, luego todo fue puro goce hasta que llegó Olson Joseph a cautivarnos con su voz llena de buena vibra y empezó con una pieza que nos llevó por un viaje en el tiempo con “Take the A train” de Duke Ellington, uno de los grandes clásicos, y no fue el único, ya que enseguida iniciaron con “New York New York” de Fredd Ebb que nos dejó enamorados y con ganas de más.
Llegó la hora de “Route 66” de Bobby Troup, en una versión que arregló el maestro Tonatiuh que nos dejó muy complacidos y que sin lugar a dudas, fue una de las mejores interpretaciones junto con “Ya lo sé” del mismo Olson Joseph y aún más sorprendidos por la fantástica improvisación de este magnífico cantante con la trompeta prestada de uno de sus compañeros músicos.
Una noche espectacular llena de Jazz y romanticismo en el ambiente, solo se veía como con cada canción las parejas se pegaban más y más, hasta al punto en donde quedaban abrazados y no se separaban, observaba a la gente que solo cerraba los ojos y tenían una gran sonrisa de placer con la copa en mano.