Fotografías: Erick Saldivar
Han pasado 20 años desde el lanzamiento de ¿Dónde Jugarán las Niñas? Y aunque muchas cosas han cambiado, cuando se trata de un concierto de Molotov, pareciera que en realidad todo sigue igual. Con ellos, el tiempo permanece. Arriba, la misma banda desmadrosa de toda la vida, abajo, la otra banda lista para reventar a la más mínima provocación, cervezas y cuerpos de personas volando por el aire, slam masivos. Y el escenario, el siempre traicionero Palacio de los Rebotes, abarrotado, sold out.
Para los molochos, vale madres que Jacobo Zabludosky haya chupado faros. Ellos abren su concierto con la misma rola con la que abren su icónico disco: «Que no te haga bobo Jacobo». Le sigue «Molotov Coktail Party » con un Randy cambiando papeles con Mickey, y luego «Voto Latino» que es acompañada vehementente por un público que reconoce que dicha canción es más actual (y necesaria) que nunca.
Con «Chinga Tu Madre», el «Domo de Cobre» repleto revienta con miles de voces mandando a la chingada todo y a todos. Y es que si «chingo yo, chingas tu» chingamos todos. Y entonces llega el viaje al futuro en vez de al pasado con «Gimme the Power», himno que demuestra que México es un país que al menos en apariencia nada pasa.
«Gente que vive en la pobreza, nada hace nadie porque a nadie le interesa».
Una por una, la agrupación interpreta el disco de inicio a fin, en el mismo orden, como si se tratara de una versión en vivo en el discman de los noventas. La balada “romántica” “Mátate Teté”, la épica de fiesta “Más vale cholo” y la pocho-espanglish-randyana “Use it of Lose It” dejan a los más de veinte mil asistentes listos para el slam máximo: “Puto”. Porque, aunque los tiempos cambien, y ahora los cigarros que se encienden huelan a pepino, los celulares inteligentes permitan grabar todo el concierto y la Fifa, la Femexfut y algunos lingüistas y estudiosos del género condenen la “P-word”, para Tito, Paco, Mickey y Randy simplemente es puto el que no brinque y que no salte.
El “poema” “¿Porque no te haces para allá al más allá?”, la atascada “Cerdo” y una poderosa “Perra Arrabelera” completan una primera parte de concierto en la que destacan los alaridos, los puños al aire y el headbanging de un público que se deja contagiar con la explosiva personalidad de la bomba, que es, Molotov.
Entonces, un intermedio de casi media hora en donde aparecen los clásicos intentos de hacer la ola y una voz desde camerino que advierten que Randy se ha quedado jetón. Como espectáculo de medio tiempo, una ronda de manitas calientes entre Mickey y algunos asistentes, en la que por supuesto gana Mickey.
Y luego, regresa la banda arriba del escenario con «El carnal de las estrellas» y más de una quincena de canciones como «Amateur», Frijolero», dos versiones de «Marciano», «Changüicha» y claro la súper oda desvergue: «Rastamandita», solo para demostrar que ellos son mucho más que una banda de un disco, y que…puto el que no grite o eche desmadre.
