Fotos: María José Sanchéz
La noche pasada recreamos una de las escenas más precisas que pudimos tener ya en México. Rhye, banda canadiense, regresó a México en vísperas de presentar su más recién disco de estudio Blood que hoy día se está estrenando en todas las plataformas digitales y de streaming.
Frontón se esta viralizando como uno de los nuevos escenarios de la CDMX ya que alberga una atmósfera perfecta para bandas como Rhye. Por fortuna, esa atmósfera recreó un ambiente de colores cálidos, de sonidos sumamente precisos y que con cada nota que salía de ellos, las neuronas sensoriales se activaban, poniendo en primer plano retinas dilatadas, mientras que las emociones encontradas y las sensaciones de sentir cada canción de la banda no se hicieron esperar.
El R&B nos sorprende cada vez más. Milosh logra complementar cada segundo, lo hace a su manera, lo hace suyo y demuestra que más que un líder, es una persona cuya interferencia acústica, abraza a cada uno de sus músicos y por ende, a sus fieles y más aguerridos seguidores.
Cada canción, cada segundo, cada movimiento hace un plano segmentado, hace que cada rincón del Frontón estuviera atento y en con cada neurona más que alta, pues Rhye no se conforma con dar todo un show emocional, si no que se adapta a las necesidades de sus asistentes haciendo que los segundos cuenten como nada.
Por razones obvias había momentos en los cuales todos quedaban anonadados, pues presentaban en vivo canciones nuevas y por ello, queríamos ahondar en esos sonidos nuevos que por fortuna, quedaron más que impregnados en la piel; nos hicieron suyos –en el buen sentido de las palabras-.
Las viejas y ya conocidas como “Open”, “The Fall”, “Woman”, se lograron proyectar como cual orquesta musical, pues Milosh tiene una buena relación con sus amigos músicos y es ahí que se logra homogenizar todas las piezas que quedan de fuera por ciertas razones, en diferentes lugares, y que quedan fuera por no ser el momento exacto y el que mejor surge como aceite en agua.
Seamos brutalmente honestos, Rhye no es una banda que cuando asistes a verlos, vas a brincar, moverte como desesperado y a empujar por querer estar hasta adelante. Rhye logra más que esas acciones; logra transmitir y logra enfatizar su destino, aquel que todos en su momento llevan solos; un camino solitario, de aprendizaje y sobretodo de amor/dolor/ira/sabiduría. La vida misma es la que Milosh y compañía transmiten en sus instrumentos y que con dedicación suena en los oídos más prudentes y necesarios en la actual escena musical.
Rhye, gracias por regresar y hacernos pelar los dientes, por salir a altas horas de la noche con frío que no se siente y por darnos esperanzas por volver a ver la vida como lo es: sincera y cruda a su vez. No suena tan bien, pero es lo que hay pero con música como la de ustedes es que se hace más ameno el camino.