Boy Pablo nos muestra una vez más su poder sobre el bedroom y el lo-fi que caracterizan su sonido. Wachito Rico es el nombre de su nueva producción, 13 temas que cuentan una historia, y no necesariamente la suya, representada en algunos de los videos que ya nos ha entregado. Baile, nostalgia, chill out y tristeza en este nuevo álbum que vale la pena oír de pies a cabeza.

Nicolás Muñoz, conocido como Boy Pablo es originario de Bergen, Noruega, pero de ascendencia chilena. Su éxito comenzó con el tema “Everytime”, un track que rápidamente consiguió demasiadas vistas en Youtube y fama de la nada y sin razón, pues asegura que no tenía expectativas sobre él, sin embargo, lo colocó en la mira. El año pasado, el también compositor, tuvo un sold out en la CDMX, todo un farytail increíble para él y su equipo.

En 2016 lanzó su primer Ep, Roy Pablo con temas lo-fi y pop, le siguió Soy Pablo material lleno de sonidos new wave y algunos tintes de la música de los 70, gusto que le heredó su padre. Este 2020 es el momento de Wachito Rico, disco basado en la historia de un personaje que inventó Nicolás donde narra en cada canción anécdotas que le pasan, cabe mencionar que es una creación, no necesariamente sus propios testimonios.

Todo comienza con “I Hope She Loves Me Back” canción llena de efectos saturados de sintetizadores. Una melodía muy tranquila, con tintes ochenteros y una guitarra distorsionada.

“Hey Girl” fue el primer sencillo que se desprendió de este material y ya cuenta con videoclip; en este capítulo desentraña la historia de Wachito. Este track tiene un ritmo más tropical con teclados, conga y una letra súper melosa acerca de un ligue adolescente que se consuma después del final de un partido de soccer.

“Leave Me Alone!” es el track cuatro en el que Wachito quiere olvidar a Sofía e inmerso en una fiesta al parecer lo consigue. Comienza con la voz tierna de un niño y tiene un ritmo marcado con pandero; en esta canción la presencia del bajo es notable y se encuentra acompañado con uno que otro efecto de sintetizador y voces en off para crear un ambiente sonoro muy ad hoc. Todos estos elementos logran conjuntarse a través de una guitarra estridente que brilla hacia el clímax, muy bedroom y lo-fi, con un fin de golpe.  Dentro de esta narrativa se le unen «Honey» y Rest Up» piezas nostálgicas de una estética retro le ponen el toque ideal a la historia romántica de Wachito.

 

“Te vas// Dont Go” aparece como n track realmente triste, la melodía con guitarra acústica y la letra resultan melancólicas para los recuerdos de las relaciones que fueron. Además hay que destacar el flujo del spanglish a lo largo de la canción.

“Come Home” reanima el viaje  después de la tristeza de “Te Vas” para darle paso a “Mustache” una de las más prendidas y que te anima a bailar. Efectos de voces, guitarrita con melodías bedroom se destacan y tiene un super rush con rolas de los 80, con un consejo de papá a mitad de la canción. Pasa algo similar con “Wachito Rico” la cual incita al dancefloor y la letra spanglish también brilla y te invita a mover las caderas y no parar de girar, también querrás llamarle a tu crush Wachito rico, lo garantizo.

“Vamos a la Playa” como su nombre lo dice, es un intro súper tropical que no dura más allá de casi 30 segundos y da pie a “Nowadays” es otra rola breve y tranquila con sonidos ambientales que te remontan al bosque, la voz de Pablo entra de prisa y al poco tiempo se acompaña de una guitarra acústica y se van incorporando otros sintetizadores. Al igual que “I <3 U” que cierra el disco, track chill acompañado de piano que termina de forma común el álbum.

Las letras, como él lo ha explicado en sus entrevistas, siempre han sido muy simples y ordinarias, incluso pésimas, eso es algo que le causa mucha curiosidad, el saber que esas letras atraen a tantos seguidores, pues no hace un esfuerzo sobrehumano al escribir, incluso no le gusta hacerlo pero como no hay nadie más que lo haga, se atrevió a darle y además notó que es algo que no le cuesta, solo reflejan la visión de un chico de 20 años, lo que ve en su entorno y lo que le pasa a joven que pasa a la edad adulta en esa etapa, algo que caracteriza su proyecto.

Por ese lado no hay mucho que criticar, las letras básicas no son el encanto, sin embargo, la música que logra haciendo las melodías es la que destaca. Conocemos ya un Roy Pablo y el Soy Pablo de años atrás y esta vez no cambia mucho la fórmula y aunque no haya una evolución tan marcada, se nota una producción más madura en cuanto a la música y los videoclips, de cuando empezaron a hacerlo casero y sin presupuesto. Es una buena apuesta por otro álbum que no pierde su esencia pero es un poco repetitivo, lo cual no es malo para los que nos gusta su sonido.