Dos años de ausencia incrementaron la apuesta hacia el Ceremonia 2022, la pandemia lo retrasó pero por fin regresó con un line up con gran potencial. La adaptación a parque Bicentenario, la desaparición de un escenario y la creación de otro. Esto es lo que sucedió en el regreso del Ceremonia.
El calor más fuerte de lo que los chilangos están acostumbrados, casi 30 grados a partir de la una del día, con ausencia de estacionamiento los transportes públicos, como el metro están a full. Sombreros, gafas de sol, playeras, glitter y brillos en los rostros, se ven por todos lados, en la estación Refinería parece un encuentro en los fanáticos de Euphoria y Umbrella Academy.
El asfalto y el césped son la pasarela de outfits memorables, peluche, plástico, Vinil y hasta piel son lo que cubren a los asistentes. No se trata de buen gusto, se trata de expresión corporal, pasión por el diseño y en otras ocasiones iminventades. Este año las palabras para describir el festiva podrían ser dos, queer y negro. El escenario Ceremonia abre el festival, Mathilde Sobrino con su mezcla de jazz, pop y funk representan el ámbito mexicano mientras que Noah Pino Palo, la banda de Monterrey, media hora después toma el escenario Corona.
Este año el nació el escenario Traición (por fin dejó de ser una carpa) y se ubicó junto al lago, por él desfilaron grandes talentos que se salen de la heterónoma y hasta homonorma para existir y resistir, donde Shygirl y su sensualidad resonaron con canciones como «Ucker» y «Slime».
Para las generaciones más jóvenes también hubo espacios y es así como Robot 95 puso a la Gen Z a rapear con “Tú o satanas” y “By my own”. Mientras en otro escenario se presenta la banda americana Drama, un vestido de olanes en color pastel, un hombre de negro y dos coristas/bailarinas de fondo comenzaron con su mezcla entre pop, hiphop, eléctrica, muy al estilo Chicago, el lugar de origen de dicho dúo.
Uno de los shows esperados por el público lo dio la talentosa Snow tha Product pues la rapera y compositora no duda en ningún momento en sus potentes rimas a pesar de recientemente haber cortado con su pareja, lo cual la autora de “Qué oso” mencionó varias veces en su presentación.
Los DJ no faltaron en este Ceremonia y bien representados por Nicola Cruz en el escenario Corona, quien puso a bailar a los presentes con sus beats y mezclas muy actuales mientras el sol sigue en un punto algo castigador. Al otro lado del parque Bicentenario en el escenario Ceremonia, la argentina Nicky Nicole y su “Wapo traqueteo” ambienta la tarde que empieza a obscurecer, mientras el festival comienza a alumbrarse de luces neones y leds parpadeantes que vuelve Instagrameable el ambiente mientras Natanael Cano y sus corridos tumbaos, crean una nueva atmósfera en el lugar, entre el rap y su regional mexicano, los asistentes corearon y bailaron su más popular canción “Amor tumbado”, a pesar de su mala equalización y el bajo sobremedido durante toda su presentación.
Los hispanos vinieron con dos grandes representaciones, ambas tan esperadas como aplaudidas. La primera de ella se la llevo la argentina Nathy Peluso, su belleza y movimientos corporales no dudan en ningún momento, «Mafiosa”, “Delito” y “Vivir así es morir de amor” explotaron las mentes y oídos de cientos de asistentes que nada agitados y agotados dieron paso a la estrella del Ceremonia el “Pucho”, C. Tangana. El escenario preparado con una mesa en el centro, sus músicos y coristas al rededor de ella, entre vino, tequila y coñac el español interpretaba canciones como «Demasiadas mujeres» y «nunca estoy», el ambiente del escenario es bohemio con una imagen símil a la última cena, pero eso duro poco cuando el cantautor invito al escenario a Nathy Peluso, para interpretar juntos «Ateo», una bachata que conmovió a más de uno, que sin dudar corearon, bailaron y reinterpretaron a su manera la canción.
La parte anglosajona tomó parte del casi cierre del festival, y vaya que lo hizo de una manera estruendosa y potente, el Wu-Tang Club comenzó su presentación en el escenario Ceremonia, la banda originaria de New York, mostraron porque son una leyenda en su género y se notaba en sus espectadores que visiblemente se notaban eran fanáticos de corazón y alma. Uno de los headliners del festival por fin tocó el escenario, A$ap Rocky el rapero, escritor y compositor se notaba agradecido y emocionado, pues hacia tanto contacto con el público que éste no tardaba en enloquecer por sus rimas y su show que inicio cerca de la una de la madrugada daba paso a los último shows de la noche con el también rapero entadounidense Channel tres, sus coreografías, sus bailarines, su juegos visuales y su enorme carisma cerraron el festival que con el cambio de horario finalizó a las 4 de la mañanan con su canción más famosa «Top Down».
El plus
Lo espectacular: El escenario Traición con propuestas musicales diversas, en las que grandes artistas como Brujx Prieta, Tokischa, y la presentación experimental de Arca, marcó un gran alacance de las nuevas propuestas de disidencias sexogenéricas.
Lo bueno: Un festival influyente, que mezcla diferentes ritmos y tiempos, donde puedes escuchar desde pop, rap, hipo hop, bachata y reguetón con solo dos pasos pues los escenarios no estaban tan lejos como en otros festivales. La presentación acústica de Ed Maverick.
Lo malo: Problemas de ecualización, filas enormes y personal poco capacitado en las barras, Falta de luz en lugares importantes como los baños. No había estacionamiento general, solo para cierto público. El transporte RTP a punto de estallar. El cambió de horario que desorientó a todos.