Carla Rivarola sabe que en ocho años, la población mundial enfrentará 1.5 desastres naturales diarios en promedio, de los cuales, el 90 por ciento de ellos tendrá su origen en el cambio climático.
A pesar de las estimaciones de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), gobiernos, empresas y personas siguen demeritando la crisis ambiental.
Para Carla Rivarola, música, productora y compositora, este presagio no es una alarma más, sino la última llamada de atención para mantener nuestro planeta y estilo de vida tal y como los conocemos ahora.
Estas advertencias de la ONU, acompañadas de una fuerte depresión, llevaron a Carla a escribir un tercer disco para esas personas que se sienten en el “borde del fin del mundo”.
La música argentina-mexicana es consciente de que estamos por llegar a un punto sin retorno, por lo que es escenario compartir esa inquietud con sus seguidores y público en general.
El disco es el mundo emocional de personas que están en el borde del fin del mundo, un poquito más que nosotros. Son imágenes muy nostálgicas, trata de expresar lo que uno trae, mientras todavía puede tener sentido frente al calentamiento global.
“Cualquiera que camine se tiene que haber resbalado”
En 2020, Carla Rivarola tuvo un “breakdown” emocional muy fuerte. La pandemia de Covid-19, los confinamientos, la suspensión de concierto y su soltería la dejaron sin ganas de levantarse de la cama. Estos factores juntos le hicieron ver de golpe la depresión que tanto tiempo negó.
Carla Rivarola recibió atención médica, pero su inquietud por escribir y curiosidad por mezclar fueron dos elementos que contribuyeron a que soportara ese peso abrumador cada día.
Que todo se detuviera me obligó a atender mi depresión porque estaba en negación. Soy funcional, soy trabajadora, tengo fechas…Estuvo fuerte y eso fue lo que hizo que me volcará en el disco. Fue un proceso largo, no estuvo tan bonito.
La curaduría del sonido
La suma de todo lo anterior ha provocado que la producción del nuevo disco se dé en un ambiente más tranquilo y sin prisa. Pese a los esfuerzos de Revista Kuadro por conocer el nombre y fecha de lanzamiento, Carla Rivarola prefirió reservarlo para el momento en que se sienta lista.
No obstante, adelantó que el álbum es el más extenso en cuanto a producción marcada por sonidos western y norteños combinados con sonidos de Argentina. Además, contará con una serie de colaboraciones en la mezcla y post producción que no había trabajado antes.
Este disco lo escribí en 2019, pero lo aguanté porque sentí que tenía que ser un trabajo colaborativo. El tiempo de me dio chance de armar una banda y el planteamiento de este disco es el sonido de nosotros tocando.
Durante los últimos dos años, Carla Rivarola ha hecho frente a sus crisis a través de la música. Ha reconocido sus problemas y ha encontrado soluciones.
En este, ida y vuelta de emociones, la música y compositora señala que el nuevo disco es un mensaje para esas personas que cayeron en un bache para que reconozcan que también sentirse mal es bonito.
Este (disco) no habla de arreglar las cosas, mis discos anteriores tienen un viaje más positivo y de fuerza mental. Este disco es de esto es lo que hay. Es de hacer las pases con el momento. Es aceptar lo que uno siente.
TXT: Francisco Juárez
