Infinito es una trilogía musical basada en los diferentes estados de la mente, entendiendo que son un bucle infinito en donde tanto la tristeza y la alegría son solo momentos temporales. Cuenta además con una serie de track by tracks con colaboraciones de músicos experimentales y valientes que narran distintas emociones que inspiran las canciones.
“La mente tiene un poder tan infinito que si todos fuéramos conscientes de esto, habría menos quejas y más seres felices viviendo la vida que siempre han querido. Todo lo que está en ella, incluyendo nuestros diferentes estados mentales, hacen parte de la creación total hasta de los detalles más mínimos que vivimos cada día”. es la reflexión a la que llega Amanda Tovalin en su último proyecto: Infinito, un proyecto de grabación musical casero en el que experimenta con los loops, las colaboraciones a distancia y las letras registran los distintos pensamientos que transitan por su cabeza durante el aislamiento.
Reconocida por explorar en sus canciones elementos del folclore latinoamericano, el jazz y la música contemporánea, el nuevo proyecto de Amanda Tovalin cuenta con la ayuda de Alonso Magaña en la coproducción del ensamble de cuerdas TRINO (cello, violín y contrabajo) e importantes invitados internacionales que colaboraron a distancia en este proyecto de grabación casera hecho totalmente en aislamiento en el home estudio de Amanda @marsoundshomestudio.
Ego: el capítulo final
feat. Violeta García (Blanco Teta)
El ego es el capítulo final de la trilogía infinito. En esta pieza, Amanda retrata al Ego como un ser seductor y oscuro que nos dice abiertamente que solo busca la aprobación y el hacernos infelices. Al mismo tiempo sabe que no podemos vivir sin él lo que hace de esta canción una plática abiertamente seductora.
La canción nace de un día de experimentación de Amanda, conocida por explorar distintas sonoridades con su violín. Lo primero que se escucha es un loop (bucle) rítmico del violín que nos lleva hacia una sonoridad más parecida al rock metal de los 90’s que a la música clásica propia del instrumento.
Poco después se escucha el violoncello de Violeta García, invitada desde Argentina. Ambas cuerdistas se conocieron en una residencia para compositores creativos en NY en 2019. Violeta es además miembro de la banda argentina de punk experimental Blanco Teta y su prodigismo como instrumentista así como su actitud contestataria fue lo que hizo que Amanda la creyera perfecta para esta colaboración inusual en la era de los featurings vacíos y comerciales.
El papel de los instrumentos de cuerda en esta canción es fundamental. Para los arreglos Amanda se apoyó en el compositor Manuel Velázquez quien hizo los arreglos desde Lituania.
Finalmente, esta canción es parte de un disco hecho totalmente en casa durante la pandemia como un proyecto creativo durante la época de aislamiento. Todo fue grabado en el homestudio de Amanda @marsoundshomestudio y coproducido por su pareja Alonso Magaña.