Si no se cayó el Lunario del Auditorio Nacional, fue porque está bastante bien construido, porque la forma en que retumbó y tembló el pasado 26 de octubre con el concierto de Los Petit Fellas y The Guadaloops fue extraordinaria.

Con el recinto llenándose poco a poco, fue Kontra Marín el encargado de comenzar la noche. Con un rap espectacular y fresco traído directamente desde Guatemala, Kontra asombró a todo el público con su energía, fuerza y líricas mientras que él estaba asombrado de estar ahí.

Comenzó con un poco de nervios, imagínense estar por primera vez en México siendo parte del show de bandas tan relevantes como estas dos, con un Lunario lleno y enérgico, que aunque no se sabían todas las canciones, brincaban y gritaban dándole la fuerza suficiente de dejar el nerviosismo atrás para volverse loco y libre sobre el escenario.

Después de la participación de Kontra, y con un poco de espera por los chicos de staff que se encargaban de preparar todo el escenario, salieron Los Petit Fellas a explotar el Lunario desde la primera canción. En verdad, la energía que traen estos colombianos fue suficiente para hacer que todo el público brincara hasta hacer temblar el suelo.

Esta banda había comentado anteriormente que se trataban de una agrupación que tienes que conocer en vivo, porque es ahí donde hacen magia. Estaban totalmente en lo correcto. Nicolás no esperó mucho para meterse entre el público, hacer que todos se agacharan para después brincar al ritmo de la música, y mientras la gente coreaba canciones como “Antes de Morir” “Suspese” o “Rock N’ Love” Los Petit Fellas dejaban todo sobre el escenario.

No había nadie estático mientras tocaban y mucho menos cuando se dieron el placer de tocar un durísimo cover de “Gimme The Power” de Molotov, canción que ellos sienten de la misma manera tratándose de Colombia. Entre todas estas canciones, pararon un poco para recordarnos que América Latina está en fuego, que los gobiernos de los países que conforman este continente no están funcionando y nos están reprimiendo; los colombianos y mexicanos tenemos más en común que sólo la música así que hacen un llamado a permanecer juntos.

Sin duda, siendo un éxito total en su concierto y después de tocar su último sencillo “¿Qué nos pasó?”, prometen regresar pronto a México y dejar todo sobre el escenario, si nosotros prometemos regresar con alguien que nunca los haya visto o que no los conozcan.

Después de esto, fue el turno de The Guadaloops, quienes ya tienen un largo historial haciendo shows de primera calidad. Desde el inicio, todo se veía bien pensado, tanto la ubicación de los músicos, como las luces, el fondo y la música.

Si el público ya venía prendido, no faltó más de unos cuantos acordes y de la aparición de Tino para que los pisos volvieran a moverse. Sin duda esta es una banda que sabe lo que el público quiere y la conexión que hacen con ellos es casi inmediata. Tino se paraba en el borde del escenario y brincaba de un lado a otro, hacía contacto visual con todos y se reconocía en ti. De vez en cuando algo le causaba gracia y podías ver su sonrisa pícara mientras que Fermín cantaba junto a él.

Entre las canciones más coreadas, aunque todas fueron acompañadas por el público, estuvieron “Ven”, “La Teoría de la Felicidad” y “Meta-Crush” que crearon un espectáculo maravilloso junto con el juego de luces y los mensajes ocasionales que nos daban entre canciones como el de sacar la tristeza y recordar por qué estamos aquí.

Y aunque hubiéramos deseado que la noche fuera eterna, era hora de irse. El rap también descansa y la vida continúa, aunque ahora vamos por ahí con una plena satisfacción de lo que vimos en la noche y con la energía necesaria, eso espero, de empezar una nueva semana preparados para todo, siempre pensando en lo que Kontra, Los Petit Fellas y The Guadaloops nos dieron esta noche.