El Pepsi Center le abrió las puertas a uno de los últimos grandes de una generación de clásicos del rock iberoamericano, el bohemio: Andrés Calamaro.
Cerca de las 8:40 pm, arrancó con «Bohemio» y al mismo tiempo cinco mil personas comenzaban a ser parte de este show. Ante los gritos de los fanáticos y canticos, dónde no dejaban de corear su nombre y rendido ante su público de la CDMX, comentó al micrófono:
“Bendito México, cantar acá es como morir y llegar al cielo “.
Con 60 años edad, Andrés mencionó sentirse fatigado y se le notó en varias ocasiones, en momentos se sentaba para tomar un respiro y seguir complaciendo a ese coro increíble que se había formado esta noche .
Pambolero de corazón y siempre presumiendo su gran amistad con el Diego, llegó el momento de hacerle honor con “Maradona” y al mismo tiempo una playera de la selección mexicana llegó a sus manos, refiriéndose a qué no serán rivales en el mundial: “somos más hermanos que nunca y vamos juntos al mundial, a patear culos árabes”.
La noche se opacó un poco al defender el cierre de la plaza de toros México refiriéndose a ella como la más grande del mundo, que es una cultura que no se tiene que perder y haciendo mención al festejo de la fiesta brava.
Una larga carrera de este Bohemio, una gran velada dónde nos dio una probadita de su larga lista de canciones desde Los Rodríguez, hasta su etapa de solista y colaboraciones.
“Crímenes perfectos”, ”Paloma”, ”Alta suciedad”, ”Flaca”, ”los Aviones”, ”Estadio azteca” fueron parte de este magnífico concierto .
Llegó el momento de cerrar la noche con “Sin documentos” y con un gran homenaje a todos aquellos que se fueron con “Los chicos”, dónde en pantallas se mostraban a figuras de la escena de la bohemio y rock, mexicanos como argentinos cerrando con la imagen de Cerati como pretexto para hacerle honor al interpretar “Música Ligera”.
Con una bandera de México Andrés Calamaro nos dio una noche donde a pesar de su cansancio notable se entregó al cine nunca dejando de dar gracias a México que le ha dado tanto .