Peter Hook and The Light nos regaló una noche magistral, hizo temblar el pabellón Cuervo. Con éxitos de New Order y Joy Division logró conmocionar al público con melancolía y nostalgia.
Peter ha visitado con frecuencia nuestra ciudad y es porque le agrada mucho la energía de los chilangos, ya que siempre lo reciben muy bien, seguro por que somos la audiencia más prendida, enérgica y alegre a la hora de ver a nuestros músicos favoritos, peculiaridades de los mexicanos, claro.
Cuando se trata de Peter Hook and The Light llegan a nuestra mente como referentes Joy Division, la reconocida portada del Unknown Pleasures y claro, Ian Curtis (que R.I.P.) y su característico baile, y cómo no, si fue una banda consagrada de los 70s que logró enamorarnos desde los contemporáneos hasta los millenials. Alguna vez me pregunté cómo habría sido un concierto de la banda, jamás imaginé llegar a escuchar una rola en vivo, hasta que supe de New Order, y es que cuando eres espectador y escuchas de un show como éste, sabes que no vas a parar de cantar y bailar.
Anoche no fue la excepción, ya que el concierto fue imperdible, otro de muchos que quedarán grabados en las mentes de quienes asistimos como una leyenda, sea por la historia que hay detrás del bajista Peter como integrante de una gran banda que brilló por ser icono del post punk o por la cercanía que tuvo con Ian.
Hook empezó con todo, saludó a la audiencia e inauguró la noche con “Regret”, seguido de “Ceremony” éxitos de la memorable New Order, la realineación grupal tras la muerte de Ian. Los gritos no se hicieron esperar y el baile mucho menos, estábamos calentando motores cuando a penas iba iniciando el show.
La conmoción llegó cuando se escucharon los primeros ritmos de “Blue Monday” se enardeció todo el pabellón, asimismo con “The Perfect Kiss” y la penúltima “Bizarre Love Triangle” muy coreadas y muy bailadas.
“True Faith” dio paso a los éxitos de Joy Division y siguió el baile con “Shadow Play”, “Digital” y “Transmission” todas, rolas emblemáticas que pusieron en alto a la banda. Peter logró enganchar a la audiencia, con frecuencia y tal vez sin intención, daba la espalda al tocar el bajo, quizás se sintió un poco cohibido, aun así, la energía y emoción invadió nuestras almas y nos hizo bailar y brincar.
La melancólica “Atmosphere” antecedió el final de la gran noche, Peter se despidió agradeciendo al público, cerraron con la esperada “Love Will Tear Us Apart” que se coreó de principio a fin, la banda hizo una pausa con el compás de fondo para escuchar sorprendidos ese majestuoso coro envuelto de aplausos que acompañó el resto de la canción. El show concluyó y aunque el lugar ya estaba quedando abandonado, el público siguió coreando hasta las afueras del recinto, el remate de la noche fue memorable, nostálgico, y, ¿por qué no?, perfecto.
Si no pudiste asistir, recuerda que New Order, la alineación de Bernard Sumner, viene por segunda vez a otra edición del Corona Capital, ya es el próximo mes, así que podrás tener la oportunidad de rememorar y disfrutarlo muy pronto.