Si se trata de querer crear un impacto o remover hasta lo más profundo de nuestras entrañas, Being No One, Going Nowhere, es la pieza indicada para transportarte a otra dimensión donde el estrés y la opresión no tienen lugar.
La evolución de la última producción de STRFKR, Miracle Mile lanzado en el 2013, tenía tonos más sombríos a comparación con su más reciente álbum, en el que se puede apreciar un sonido más fresco, amigable y bailable, que en cuanto comienza a sonar con “Tape Machine” provoca leves y constantes movimientos en tu cuerpo.
Para entender el ritmo, hay que comenzar donde surgió el nombre, Being No One, Going Nowhere. Este titulo fue tomado de un libro escrito por Ayya Khema, una monja budista; pero la conexión entre la música, el título y la banda se dio en el club BDSM, cuando Joshua Hodges llegó a la conclusión de que la clave esta en dejarte ir, liberar el estrés y conectarte contigo mismo
«Me di cuenta de que el objetivo es dejar ir tu mente y el dolor, aunque esta sensación este presente constantemente. Es una puerta de entrada a la libertad; en cierto modo cada canción en este disco busca este fin, liberar, comentó Hodges.
El primer sencillo fue “Open Your Eyes”, el cual refleja la esencia del disco y el mensaje que Hodges quiere transmitir sobre encontrar tu lugar en el universo. La banda formada en 2007 y originaria de Oregón te comparte durante 42 minutos, aproximadamente, y en 11 tracks la importancia de escaparse de la rutina y dejarte fluir, a través del sonido de cada una de las piezas que conforman este álbum.
Sin duda una de mis favoritas es “Maps”, un sencillo que resalta por la tranquilidad de su ritmo, creo es la pieza perfecta para esos días donde no encuentras la motivación e inspiración suficiente. Otra que realmente amé fue “Never Ever”; el coro es bastante pegajoso y la andarás tarareando gran parte de tu día. Sin embargo tengo que admitir que el tema “Something Aint Right” me recordó un poco a Tame Impala y sus primeros sencillos pero bueno, quién soy yo para juzgar.
Being No One, Going Nowhere es un disco que debe de escucharse con los audífonos bien puestos y no sólo lo digo yo, los encargados de la realización de este material también lo recomiendan, ya que para el productor Jeffrey Brodsky es la mejor manera de apreciar cada detalle y sonido.
Antes de que comiences a escucharlo, ¡no olvides seguir las indicaciones de STRFKR para disfrutar al máximo de este álbum!
